Cap.30

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Me levanto de la cama desganada. No puedo casi moverme. Llevo toda la noche en tensión por si Byron se volvía a colar en mi habitación. Cabe decir que mis ojeras llegan al suelo y que casi no puedo abrir los ojos. Bajo las escaleras y llego a la cocina donde esta Greta haciendo la comida. Greta es la hija de Flor, cuando ella no puede venir o tiene que hacer cualquier otra cosa, su hija de 22 años se encarga de todo en la casa. La verdad es que tenerla aquí es una maravilla porque siempre que puede me ayuda con cualquier problema adolescente que tenga. Su cara al verme me demuestra que no tengo muy buena pinta.

- Pero que te ha pasado chiquilla - dice mirándome con detenimiento.

- Una mala noche supongo - digo sentándome en una de las sillas de la isla que hay en el centro de la cocina.

Me mira con desconfianza y sigue preparando el desayuno. Me pone enfrente de mi tortitas con chocolate. Los ojos se me cierran y mi mano falla haciendo que mi cabeza que antes estaba sobre esta, caiga sobre mi desayuno.

- Me parece que va a ser un día muy largo - susurro ignorando la risa de Greta.

***

Llego al instituto con ganas de irme a casa y rezando que hoy no llueva. Llevo un kilo de maquillaje y como llueva las ojeras no van a ser nada comparadas con la cara mapache que me va a quedar. Me siento en mi silla sin saludar a nadie y remuevo inquieta mis dedos, deseando salir de allí ya.

- ¿Estás bien Crístal? - me pregunta Silvia.

Un si se escapa de mis labios con demasiada rapidez. Ya me está empezando a dar miedo el acoso que tiene Byron hacia mi, debo parecer una loca salida del psiquiátrico ahora mismo, porque estoy mirando a todos los lados. Silvia lo acepta a regañadientes y me empieza a contar algo que no se que es porque no la presto atención. No me doy cuenta de que suena el timbre de clase, ni de que el profesor ya esta dando la clase.

- Señorita Selius tradúzcame la frase que está en la pizarra.

Salgo de mi embobamiento y miro a la pizarra. Me froto los ojos porque no consigo ver absolutamente nada desde mi posición. Maldito insomnio.

- Marcos quiere aprender a esquiar en la mejor pista de Japón - susurra Axel desde atrás.

Repito la frase tal y como la ha dicho. El profesor me da la razón de mala gana y me lanza una mirada de advertencia. Le sonrío como una niña buena y le doy las gracias a Axel por lo bajo.

- Por cierto se te ha corrido la raya - dice burlonamente.

Disimuladamente saco el móvil y miro la cara mapache que tengo. Ni lluvia ni ostias, si yo solita con las manos puedo joderme el maquillaje. Lo dicho, hoy no es mi día de suerte.

***

Llego a la caseta del club antes que nadie. Digamos que tenía que ir al baño y no he vuelto. Me tumbo en una de las colchonetas y cierro los ojos intentando descansarlos un poco, pero el sueño de ayer me viene a la mente y me obliga a abrirlos. Me abrazo las rodillas asustada por todo. El hombre del jardín, Byron, Axel, Jude... La puerta de la caseta se abre y los chicos aparecen hablado animadamente. Me limpio la lagrima que había comenzado a caer sobre mi mejilla y me recompongo mostrando una falsa sonrisa.

- Hola Crístal, que pronto has llegado - dice Mark sentándose conmigo.

- Sí, es que me aburría mucho en clase.

- Ya se ve ya - dice Axel - te has tirado como diez minutos en el baño. ¿Qué pasa es que tienes la vejiga tan grande?

- Será eso - digo encogiéndome de hombros.

Axel frunce el ceño notablemente.

- Os lo he dicho, está muy rara - dice esta vez Silvia.

Niego con la cabeza.

- No estoy rara, solo que hoy no he dormido muy bien - digo restándole importancia al asunto.

Me levanto de un salto y algo de allí con un balón en la mano antes de que me atosiguen a preguntas y me investiguen como si fueran el FBI. No doy ni dos pasos cuando mi mirada se para en una cabellera rubia larga escondida entre los árboles. Retrocedo instintivamente chocando con alguien que está a mi espalda. Me doy la vuelta asustada.

- Tranquila Reina tranquila - susurra Axel.

Niego con la cabeza y salgo de allí corriendo aunque no llego muy lejos porque antes de poder salir del instituto, una presión en mi pecho se hace presente. Me llevo las manos a este y caigo al suelo perdiendo el conocimiento.

*Narrador en tercera persona*

Los chicos se quedan mirando la puerta por donde minutos antes ha desaparecido su amiga.

- La pasa algo estoy seguro, estaba temblando - dice Kevin.

- Tienes razón, además no ha contestado a Axel ni nada y ella siempre salta con todo.

La puerta se abre dejando a un Axel confundido. Los chicos le miran esperando una respuesta.

- Estaba asustada ha visto algo o a alguien, no sé... Se ha ido corriendo.

Los chicos vuelven a centrarse en encontrar algo inusual en toda la semana que haya podido alterar a la chica. Sus pensamientos se ven interrumpidos por el sonido de la ambulancia. Levantan la cabeza a la vez y salen todos a la vez por la puerta. Axel se adelanta al grupo y corre hacia el revuelo que se ha montado en la entrada. Se abre paso entre la multitud y se queda helado al ver a la chica que quiere con una bombona de aire al lado. Se acerca lentamente a ella y le coge la mano.

- Chico tenemos que llevárnosla - dice uno de los médicos - puedes subir si quieres con ella.

Axel asiente perdido en el movimiento del pecho de la chica. Mark llega al lado de su amigo.

- Yo también voy.

El médico se lo piensa pero al ver la determinación en la mirada del chico asiente y le deja paso. Los médicos pululan por la ambulancia tomando tensiones y pulsaciones.

- Problema cardíaco por latido extra - informa unos de los médicos a otro.

Mark y Axel se miran entre sí asustados. ¿Era eso lo que le pasaba a su amiga?

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Amarme, aquí está el siguiente capítulo. Dar gracias a la huelga del instituto porque si no... Es un poco más corto que los demás, pero bueno es lo que hay. Espero que os guste, besoooooos.


Mil Sueños Por Cumplir (Inazuma Eleven)Where stories live. Discover now