Cap.33

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*Narra Crístal*

El balón viene hacia mi con una fuerza que nunca había visto antes. Con mi pierna derecha golpeo el balón con todas las fuerzas que me quedan. El balón va cogiendo terreno.

- Lo detrendré como sea - digo como un grito e guerra.

Mi smúsculos reaccionan y devuelven el balón con el doble de potencia que llevaba. Se estrella contra la pared donde deja un agujero y explota. Caigo al suelo de rodillas sin poder casi mover la pierna. Levanto la cabeza con lágrimas en los ojos por el dolor que tengo en esta. MI visión se hace borrosa y dejo mi mirada en Byron que mira con rabia el balón.

- Hay que haceros más fuertes - dice como última palabra Ray Dark antes de salir de allí.

Los brazos me fallan, hasta puedo decir que no sé si todavía respiro. Byron se acerca a mi emanando rabia por todos los poros de su piel. Antes de que llegue, un balón con mucha más fuerza del que he parado forma un torbellino entre Byron y yo, y unos brazos me alzan. Consigo ver la cara del chico a duras penas. Le doy un gracias inaudible y él lo único que hace es corre conmigo en brazos y sonreírme. No se que pasa a continuación la verdad, estoy tan agotada que incluso me dormiría en los brazos del chico si no fuera porque no sé quien es, y la adrenalina todavía corre por mis venas. Después de un rato el chico para de golpe y me deja sobre un banco. Me recompongo como puedo y me quedo mirando al chico.

- ¿Dónde estamos? - pregunto moribunda.

- Donde deberías de estar ahora mismo - el chico se levanta ya que estaba a mi altura y mete sus manos en los bolsillos de su chaqueta - ¿Cómo tienes la pierna?

Miro mi pierna morcilla y pongo una mueca.

- Mejor que nunca - digo sarcásticamente.

- No veo nada roto así que no creo que vaya a durarte mucho. Bueno me tengo que ir, ¿sabrás cuidarte sola?

Le miro mal y luego sonrío.

- Muchas gracias por salvarme.

El chico niega con la cabeza y se da la vuelta para irse.

- Espera, no me has dicho como te llamas.

- Ojalá nos volvamos a ver Crístal Selius, pero que sea en mejores condiciones - dice soltando una carcajada y haciendo caso omiso a mi pregunta.

Miro los alrededores cuando caigo en la cuenta de que estoy en los jardines del hospital. Bufo al ver que estoy sola e intento levantarme pero la pierna no me lo permite. Me gustaría poder decir que solo me duele la pierna, pero como estaría mintiendo no puedo. Vuelvo a intentarlo y poco a poco llego a la entrada del hospital. El chico a tenido consideración en salvarme, pero podría haberme dejado un poco más cerca. Tengo que tener unas pintas... Estoy segura de que si ahora mismo hiciera unas pruebas para la serie The Walking Dead, me cogen sin necesidad de decir ni una frase. Al fin, un enfermero que andaba por allí, ve mi estado y viene corriendo a ayudarme. Me sienta en una silla de ruedas y me lleva a la UCI. A partir de este momento no me entero de nada de lo que pasa, solo veo a médicos por un lado médicos por otro, agujas... Espera, ¿qué?

- ¡Vas a pinchar eso a quien yo te diga! - digo intentando escapar de allí.

- Es por tu bien - dice una de las enfermeras.

- ¡Por mi bien es que tengáis alejada ese arma mortal de mi vista!.

No sé si lo habéis notado, pero le tengo un pánico enorme a las agujas. Da igual las veces que proteste porque acaban igualmente pinchándome, y lo último que oigo antes de que el calmante llegue a hacerme efecto es que mis familiares venían para el hospital.

***

Me despierto por la luz que me está dando directamente en los ojos. Muevo la cabeza a un lado y me escondo en los brazos de alguien. Suelto una sonrisilla al sentir cosquillas en mi nariz. Abro los ojos poco a poco y me encuentro con la cabeza de Axel apoyada en la camilla del hospital. Sonrío tiernamente mientras me muerdo el labio. Le acaricio el pelo. Se remueve como si fuera un niño pequeño y me coge la mano.

- Hey despierta dormilón - le digo cariñosamente.

Poco a poco empieza a abrir los ojos. Se despereza totalmente cuando ve que estoy despierta. Suspira aliviado y me da un beso en el interior de la mano.

- Menos mal que estas despierta, dios me has pegado un susto de muerte. Por favor, no vuelvas a desaparecer así - me suplica acariciándome suavemente la mejilla.

Me muerdo el labio inconscientemente y deposito un beso en su mejilla.

- ¿Cómo te encuentras? - se frota los ojos y yo dejo salir una carcajada - ¿Qué pasa?

Le desfrunzo el ceño y le cojo un mechón de pelo.

- Creo que se te ha olvidado ponerte gomina.

Axel bufa estresado e intenta ponerse el pelo en su sitio.

- Déjalo idiota si así estas bien.

Me pone morritos indicándome que no está de acuerdo.

- No me has contestado a la pregunta.

Me hago un reconocimiento con las manos palpando las zonas afectadas. Debo de tener miles de moratones por todo el cuerpo. Me destapo para poder ver como está mi pie y pongo una mueca rara.

- Como no pueda jugar...

- Los médicos han dicho que si no haces esfuerzos para el siguiente partidos podrás jugar un poco - dice sentándose en la camilla y atrayéndome hacia él.

- ¿Dónde están los demás?

- Pues mira, después de que desaparecieras y casi tuvieran que poner como doce camillas en cuidados intensivos - exagerado - estuvimos buscándote por lo que es casi toda la ciudad de Inazuma. Miramos mil cámaras de seguridad, pero acabaos perdiéndote el rastro. Dejé mi número a los enfermeros por si aparecías que pudieran localizar a alguien y desde que me llamaron ayer por la noche no he salido de aquí. No quise llamar a los chicos para que no nos echaran a todos a patadas, porque si no hubieran montado un campamento aquí. Ahora les avisaré y el Entrenador y el detective Smith que están todavía buscando pruebas.

Asiento al ver todo el revuelo que se ha formado por mi culpa.

- Crístal... quería pedirte perdón... Si no me hubiera ido, nada de esto hubiera pasado - le hago callar poniéndole un dedo sobre los labios.

- No ha sido tu culpa, sabía que esto iba a pasar tarde o temprano, el muy cabrón a elegido el peor momento de todos, pero tu no tienes la culpa de nada.

- Ahora si que nos vas a contar todo lo que ha pasado ¿verdad?

Menos lo de Byron y el chico de ojos azules, todo.

Asiento como un angelito.

- Dios, es que cuando he pensado que te perdía. ¿Cómo has echo que te quiera en tan poco tiempo?

- Mi encanto natural - digo con el ego muy subido.

Suelta una carcajada y me revuelve el pelo.

- He que aunque tenga el cuerpo magullado todavía puedo ir a por ti.

Me atrae más a él y yo escondo la cabeza en su pecho. Dios se está tan bien así... Levanto la cabeza para mirarle y me encuentro a centímetros de sus labios. Nos aceramos lentamente mientras mi corazón va a cien por hora, pero cuando nuestros labios se rozan la puerta se abre y nos obliga a separarnos de golpe. Entra un hombre de unos cuarenta años por la puerta mirando una hoja.

- ¿Papá? - dice Axel mirando al hombre que acaba d entrar.

Le acaba de llamar papá. Vamos a conocer a nuestro futuro suegro.

Esto debe de ser una broma.

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El padre de Axel interrumpiendo besos desde tiempos inmemorables. Deciros que podeis estar tranquil@s porque a la novela le queda mucho todavía. Besoooos y disfrutar del capítulo.


Mil Sueños Por Cumplir (Inazuma Eleven)Where stories live. Discover now