Cap.36

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Miro a los dos como si fuera un partido de tenis.

- ¿Y bien? - pregunta Jude.

Me encojo de hombros dispuesta a salir corriendo, bueno arrastrándome, por el suelo con tal de no enfrentarme a los dos juntos.

- No sé de que me hablas.

Axel se cruza de brazos molesto y yo enarco una ceja. No puede controlarme, si quiero hablar con cualquier otro chico lo hago y punto.

- Crístal...

Suspiro sonoramente.

- Haber, ¿qué tal si dejáis los celos a un lado y me dejáis un poquito tranquila? No es tanto pedir - digo ya molesta.

Los dos ponen cara de ofendidos.

- ¡No estoy celoso! - gritan los dos a la vez negando lo evidente.

- Sí ya, como que no se os ha inchado la vena al haber visto a mi querido y nuevo admirador - toma mentira la canto.

- ¿Admirador? Seguro que soy mil veces mejor que él - dice Jude.

Suelto una sonrisa traviesa.

- ¿Ah sí? Estoy segura que él no me hubiera dejado... - me tapa la boca con la mano para que no continue.

- ¿Dejado el que? - pregunta Axel confuso.

- Nada, sigue confusa por el golpe que se dio en la cabeza.

Le miro con el ceño fruncido y le muerdo la mano.

- La próxima vez te meto la muelta por donde no sale el Sol - digo amenazante.

Jude pone los ojos en blanco. Axel se sienta cansado al lado mio y me obliga a mirarle.

- Crístal, solo queremos que protegerte, pero si no colaboras no podremos hacerlo.

Apoyo la espalda en el banco y le miro a los ojos.

- Axel, no necesito que me protejáis, se cuidarme sola .

Los dos desvían su mriada hacia mis muletas.

- Og, no me lo recordéis - digo poniendo los ojos en blanco - pero va en serio, me hacéis sentir una inútil.

Jude levanta las manos en señal de derrota.

- Vale, vale, te dejaremos tu espacio...

- Pero... - reprocha Axel.

- Cállate y déjame terminar. Te dejaremos espacio, pero en cuanto pensemos que estas en peligro tendremos todas las de la ley para protegerte como sea. ¿Trato? - dice tendiéndome la mano.

Sonrío conforme. Cuando le voy a dar la mano la quito corriendo.

- Para que halla trato tenéis que hacer algo por mi - digo sonriendo con malicia.

***

Minutos después, Axel y Jude aparecen vestidos de pollitos. Sus caras de besugo indican que no les hace mucha gracia esto, pero yo me lo estoy pasando bomba.

- Venga pollitos, empezar a correr.

De mala gana Axel y Jude, empiezan a correr de un lado a otro delante de mi. Mueven los brazos y pian todo el rato, yo mientras me dedico a tirarles bolitas de papel entre risas. Saco mi móvil y empiezo a grabarles cuando las bolitas se me acaban. No lo había pensado, pero puedo a llegara a tener millones de visitas por este video, ¿cuándo ves a dos chicos tan sexis como ellos dos vestidos de pollito? Jude es el primero que se da cuenta de que le están grabando. Su cara roja de la ira me dice que tengo que salir por patas de allí, pero mira tu por donde, me falta una. Jude para en seco a Axel que seguía a lo suyo malhumorado. Los dos se acercan a mi lentamente y yo pongo las muletas delante mío con tal de que no me maten.

- Atrás o sus rajo - digo intentando parecer graciosa, pero sus caras no cambian para nada.

Busco ayuda por todos lados pero parece que el universo se ha puesto en mi contra. Sin ningún esfuerzo me quitan las muletas y se lanzan encima mía. Empiezan a hacerme cosquillas en la tripa. Pierdo la cuenta de cuanto tiempo estoy riéndome como una foca retrasada, solo sé que la falta de oxígeno esta afectando a mi cerebro. Como puedo, me escurro por el banco y acabo en el suelo librándome de los dos trogloditas que tenía encima.

- Animales que me matáis - les miro y me doy cuenta de que todavía están vestidos de pollitos y vuelvo a reírme más.

Enfadados, como dos niños pequeños, se sientan en el banco. Su cara se pone pálida y yo miro hacia mi derecha. Todo el equipo del Raimon miran pasmados la escena. Las gerentes niegan con la cabeza y algunos lo único que hacen es reírse.

- Nathan, ¿tu padre no era psicólogo? - dice Kevin. Nathan asiente despacio - llámale y dile que es urgente.

Ahora soy yo la que mira con cara de besugo a los chicos que tengo delante.

- Pollitos, vámonos que no nos quieren aquí - digo poniendo morritos y dejando que Axel y Jude me cojan en volandas para luego macharnos con la mayor dignidad posible.

¿Ah, pero que todavía os queda?

***

- Gracias por traerme Nelly, no hacía falta - digo bajándome del coche con dificultad.

Pone una sonrisa muy suya.

- No es ninguna molestia ya lo sabes, si necesitas algo me lo dices.

Asiento sonriéndola y meto las manos en lso bolsillos para sacar las llaves. Me quedo blanca al ver que la nota que me había dado Byron no está. Intento recapacitar donde se me ha podido caer hasta que recuerdo que Axel, creo yo, había metido sin querer la mano cuando estaba haciéndome cosquillas. Vuelvo a subirme al coche de Nelly que por suerte no se había marchado aún.

- ¿Qué pasa? - dice extrañada.

- Es urgente, casa Axel ya - digo de los nervios al saber que si lee esa carta todo esto se puede ir al garete.

*Narrador en tercera persona*

Axel camina de un lado a otro de la habitación. Mira la carta que reposa en su escritorio como décima vez en toda la tarde. Sabe que lo que ha echo está mal y que le costará muy caro cuando la chica se entere, pero la prefiere enfadada y a salvo a contenta y en trocitos picados. Suspira una vez más y se echa las manos a la cabeza intentando decidir si la lee o no. Con el corazón en un puño, coge la carta y comienza a leerla despacio, intentando comprender que es a lo que se refiere el chico que la ha escrito. No llega ni a la cuarta línea cuando una voz se hace presente en su habitación.

- ¿No te han dicho que leer cosas ajenas es de mala educación?

Y ahí está ella, la chica que le quita el hipo, la chica que le trae de cabeza desde que entró en el Raimon, la chica de la cual está enamorada.

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Siguiente capítulo. Axel y Crístal en una habitación, solos. ¿Qué puede pasar? Besooooos.

Mil Sueños Por Cumplir (Inazuma Eleven)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora