Capítulo 25

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Madison

Cuando la noche llega, me encuentro en el ford de Kate, quién conduce hacia un restaurante nuevo que asegura que es buenísimo. 

-Sigo sin entender por qué necesitas salir de casa para hablar del tema. -murmuro.-

-Actúas como si estar conmigo fuese lo último que quisieras. -me dice frunciendo el ceño, con la mirada clavada en la carretera.-

-Tengo mejores cosas que hacer, a decir la verdad... -me encojo de hombros.-

Media hora después, llegamos al restaurante. En cuento Kate dice su nombre el camarero rápidamente nos lleva a una mesa, y eso me confunde todavía más de lo que ya estoy.

-¿Hace cuánto has reservado? -le pregunto cuando ya estamos sentadas.-

-Ayer por la noche llamé. -me mira.- ¿Qué hay de Jared? -me pregunta entonces.-

-¿Es eso de lo que querías hablar, de Jared?

-Quiero estar segura de que no voy a perderte, Madison. No sé cuántas veces, ni cuántas personas tienen que decirte que él no es bueno para ti para que te abras los ojos y veas la realidad.

-No, Kate, sois vosotros quiénes necesitáis ver la realidad. -espeto.- Yo estoy enamorada de Jared, y ni tus palabras, ni las de papá, ni las de Barack Obama harán que cambie de opinión. 

-No, Madison. No sabes aún lo que es estar enamorada, apenas tienes 17 años, y... es imposible. -niega con la cabeza.- Solo estás ilusionada. 

Estoy segura de que estoy enamorada.

-Sigues sin querer ver la realidad, Kate.

-¡No! Ugh. -se lleva las manos a la cara y segundos después vuelve a mirarme.- Encontrarás a alguien mejor, Madison. No puedes apostarlo todo por uno de todos los amores que tendrás.

-No soy yo quién decide eso. 

-¿Quién sino? ¿Jared?

-Tú no sabes sobre amor. Mírate. -le digo mientras me recuesto sobre la silla cruzándome de brazos.-

Hace una mueca. Parece que he tocado su punto fuerte.

-Si no estoy con nadie es porque apenas tengo tiempo por el trabajo, y tú lo sabes mejor que nadie. 

-No puedes elegir mi futuro. -concluyo.- Y no insistas, tus palabras son sumisas para mis oídos. 


Jared

Viernes. Solo puede significar una cosa: pelea. La tensión que tengo metida en los músculos me piden a gritos que le dé una buena paliza a alguien, que me desahogue.

 Aún nos encontramos en la furgoneta conduciendo por las anchas carreteras Hawthorne rumbo a cualquier barrio que nos encontremos primero. Ahí nos instalaremos y haremos la pelea. 

 Esta va a ser mi primera pelea después de tanto tiempo, y la verdad es que nunca he tenido tantas ganas como ahora. Necesito volver a la rutina en la que rompía caras y con suerte me rompía algún nudillo. 

-¿Estás bien? -me pregunta Bethany.- 

Le miro y me doy cuenta de que llevo todo el viaje con la mandíbula tensa, parece que no puedo tenerla de otra manera ahora mismo.

-Sí. -murmuro en un pequeño hilo de voz.- 

 James se desvía hacia la derecha por otra carretera entrando en una estrecha calle con varias casas a ambos lados de la carretera.

DROPPED 2 - CLOUDSWhere stories live. Discover now