Jóvenes e inexpertos.

16.6K 1.5K 573
                                    

Matthew.

En cuanto Grayson se fue sus amigos fueron corriendo hacia él sin lucir para nada discretos.

— ¿Qué fue lo que te dijo? —Exigió Ayleen de inmediato. Matt parpadeó varias veces, intentando imaginarse por qué demonios él había dicho tal cosa. 

Quizá a él no le pareció gracioso que Matt le dijera esas cosas e invadiera tanto su espacio personal y por eso lo molería a golpes en ese lugar que mencionó. La simple idea hizo que todo el color dejara su rostro y se sintiera cada vez más ligero, como un globo desinflado. 

—Me... me dijo que si quería saber de qué era capaz, fuera al bar Astra. No sé ni siquiera que significa, o qué quiere. 

— ¿El bar Astra? —Preguntó Coleen, una de las chicas del equipo de porristas, ella se cruzó de brazos y levantó la vista al cielo—. No recuerdo ningún lugar con ese nombre —Ella tenía el cabello rojo zanahoria y piel pálida como la nieve recién caída. Era hermosa, menuda y un encanto. 

—Seguramente porque jamás irías a un lugar así —Replicó Sky, una chica transexual que al inicio del primer año todos llamaban Tyler. Ella había tenido una muy difícil secundaria debido al bullying, tanto que estaba profundamente deprimida para el final del segundo año. Fue cuando Ayleen decidió adoptarla como su pollito y la cubrió con su ala protectora.

—He oído hablar de Astra. Está en los barrios bajos de Boston, un lugar lleno de delincuentes y gente peligrosa —Agregó Miriam, una chica rockera del equipo, lesbiana, quien amaba sus esmaltes de uñas y sus pompones tanto como amaba su guitarra eléctrica y delineador negro.

— ¿Quiere que te enfrentes a él? —Jadeó Phil. Los ojos de Matt se ensancharon y su corazón se detuvo ante la posibilidad.

—Dios, espero que no —Gimió—. Moriría en el acto.

—Yo digo que hablemos de esto mejor en mi casa. Mamá entró en uno de esos huh... momentos locos de las señoras, hizo demasiada comida para que yo y Barty nos la acabemos así que los invitó a todos.

Ella amaba a la señora Stump tanto como amaba a Ayleen. Su nombre era Lesley, ella era una mujer femenina y alegre; era maestra de literatura en la Universidad de Boston y el estereotipo de una mujer americana. Cabello rubio, ojos azules y despampanantes como los de su hija, cuerpo bastante delgado y cuidado para ser una adulta, su piel seguía joven y hermosa y era una mujer respetable en todo el vecindario. No era una sorpresa que su esposo, el padre de Ayleen, estuviera tan loco por ella incluso cuando ya llevaban 20 años juntos. Su comida era deliciosa y siempre se encargaba que su hija única comiera saludable y delicioso solo que aveces tenía "ataques de media edad" como le llamaba Ayleen y ella cocinaba casi un bufette entero para 20 personas, incluso aunque en su familia solo fueran tres, o cuatro incluyendo a Barty.

De vuelta en su casa, las cosas no eran perfectas pero al menos funcionaban. Sus papás no estaban en casa la mayor parte del tiempo y ellos ya habían caído en una especie de rutina en la que ya no se veían como los amorosos esposos, sino unos simples roomates. Sin embargo no peleaban ni nada así que funcionaba para Matt y Harry, a quienes no podría importarles menos la situación romántica de sus progenitores. 

Toda la tarde ese día se la pasó pensando a lo que se refería Grayson con aquello que le había dicho y no fue hasta media noche cuando recordó que el viernes pasado él le había preguntado acerca de sus actos delictivos independientes. Él lo recordó, así que le invitó a presenciar una jodida pelea. 

Fue entonces cuando su emoción creció dentro de su estómago. Aquello era bueno, ¿cierto? Que él lo dejara adentrarse un poco más en el mundo del gran Gray Wolf, era grande e importante. 

GRAY WOLF [EN EDICIÓN]Where stories live. Discover now