- Las cosas se van a poner mal. - le dijo Jorge.
- Sí. Pero ya te tengo aquí a mi lado, por siempre. Y así me quiero quedar toda la vida. Contigo.
- Y yo con ustedes. - dijo al tiempo que se acercaba a ella y le pasaba un brazo por la cintura, mientras con la otra mano le acariciaba suavemente el abdomen sobre la tela liviana del vestido. - Con mis dos amores.
- Todavía no puedo creerme que ya vayamos a ser tres.
- Y además vamos a ser los tres más felices del mundo.
- Más yo, te lo juro, por tenerte a mi lado, porque estás haciendo realidad mi mayor sueño.
- ¿Sabes qué creo que tenemos que hacer?
- ¿Qué?
- Decirle al productor.
- ¿Decirle qué?
- Todo. Si Elizabeth va a armar un escándalo, Juan se tiene que enterar, para que al menos las cosas no lo tomen por sorpresa.
- Pero... ¿Cómo va a tomar el hecho de que el bebé que esperas sea mío? Muchas veces lo dijiste: él confía en nosotros.
- Sí, mira, pero... Tarde o temprano se va a saber, y... Yo creo que es mejor que se entere por nosotros y no por el escándalo que van a hacer los medios después de que tu ex les dé esa exclusiva.
- Bueno... En eso tienes razón, será mejor que se lo digamos nosotros. Pero no lo vamos a ver hasta el lunes.
- Pues... Esperemos que de aquí al lunes, todavía Elizabeth no haya hecho nada.
- Esperemos...
- Oye... ¿Ya se te quitaron las náuseas?
- Sí, ya, todo bien.
- Supongo que todavía tienes hambre, así que... Vamos, a que comas algo. - ella se levantó del sillón, y dio unos pasos hacia el comedor.
No había avanzado ni dos metros cuando sintió que Jorge la tomaba por el brazo, y la jalaba hacia él; volteó y vio que estaba de pie, mirándola fijamente.
- ¿Qué pasa? ¿No quieres comer?
- Sí, pero quiero comerte a ti... - le dijo acercándose a ella lentamente, hablando en voz baja, mientras su mirada se perdía en el escote de ella, en el perfecto contorno de sus pechos.
Se acercó más y colocó sus manos en la pequeña cintura de ella, acercándose todavía más para perderse en su cuello, respirando el aroma que emanaban su piel y su cabello.
- Jorge...
- Desde el camper me tienes mal, no sé cómo le hice para resistirme.
- Uy, pues así mucha resistencia como que no te vi...
- Bueno, considera que... Por momentos había llegado a pensar que no iba a volver a besarte jamás.- él pasaba su nariz lentamente, una y otra vez, por la piel de ella, haciéndola sentir cosquillas por todo su cuerpo. - Y sí, aunque lo dudes, sí me resistí. Además... La última vez que lo hicimos en un camper nos descubrieron. Y por eso tenía que aguantarme.
- No te aguantes tanto, te puede hacer daño.
- Pues ya no me hagas esperar más, flaquita... - Jorge comenzó a empujarla con sutileza hacia atrás, guiándola hacia las escaleras.
Ella dejó que él la llevara, mientras sentía la respiración tibia de él en su oreja. Al llegar al pie de la escalera, Jorge se detuvo un momento, pero sólo para cargarla; Silvia enredó sus piernas en la cintura de ella, mientras él la ayudaba sosteniéndola primero por la cintura y luego por la espalda baja, abrazándola con fuerza.

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Detrás de cámaras y telones
RomanceEs difícil ser actor, trabajar con los sentimientos. Es difícil ser artista, y saber que una vez que termina la función, debes volver a la realidad. Porque lo que pasa en las grabaciones, en las grabaciones se queda. Lo que pasa en el escenario, en...