- Pablo, Manuel... ¿Qué hacen aquí tan temprano?
- Es que... Jorge te mandó una cosa.
- Ah... Y. ¿qué es?
- Ni idea. Sólo nos pidió que te lo diéramos.
- Bueno, gracias. - los gemelos le dejaron la caja que habían llevado y luego se fueron, dejándola sola.
Ella cerró la puerta y fue a sentarse a la mesa que había en la habitación. La caja era mediana, estaba forrada con papel blanco y un moño verde agua. Quitó la tapa y tomó la tarjeta que había ahí.
"El primer regalo para la mamá más hermosa del mundo, mi Silvia Angélica Navarro. Espero que te guste, guapa. Perdóname por lo de ayer".
Sonrió sin querer y dejó la tarjetita sobre la mesa; en la caja había algo que no parecía tener precisamente una forma definida, forrado con papel verde claro.
Lo abrió con las manos adormecidas de emoción y su corazón se aceleró cuando vio lo que era.
Era un muñequito de colores, un juguete para bebé.
Silvia lo miró y, sin saber por qué lo hizo, se lo llevó al pecho para abrazarlo con fuerza. En ese momento se dio cuenta de qué día era y entendió por qué Jorge le había regalado un juguete de bebé.
Se apresuró a arreglarse para ir a buscar a Jorge, pero no lo encontraba, y los demás la invitaron a bajar a la playa, así que se fue con ellos. Jorge había ido a caminar un rato por la playa, pensando en cómo y cuándo haría la siguiente parte de su plan, pues lo primero ya estaba hecho.
Cuando volvió al hotel, vio que todos estaban ahí y preguntó por Silvia. Paulina le indicó dónde estaba y él se acercó. La vio acostada bajo una sombra, leyendo; con una mano sostenía el libro mientras con la otra acariciaba su abdomen. En silencio, se acercó hasta donde estaba ella y se detuvo a su lado.
Silvia desvió la mirada del libro para enfocarse en él.
- Hola. - dijo él. Ella dejó su libro y se sentó para mirarlo de frente. - Oye, yo...
- Cállate y dame un beso. - Silvia se levantó y le rodeó el cuello con los brazos, acercándose a besarlo de inmediato. Jorge no supo cómo reaccionar. Cuando ella lo soltó, se quedó mirándolo. - Gracias por el regalo, el bebé y yo estamos muy agradecidos contigo por ese detalle tan tierno.
- ¿Te gustó?
- Me encantó. Amé como no tienes idea mi primer regalo del Día de las madres, Jorge, y sí, te perdono por lo de ayer, y te perdono cualquier cosa, siempre, mi amor.
- Wow... No esperaba un recibimiento tan cariñoso después de cómo te traté.
- Sé que estás estresado por lo que te dijo esa mujer. Pero yo estoy contigo y, mientras estemos juntos, ninguna otra cosa me importa.
- Silvia... Hermosa, tengo miedo. Por eso creo que a veces actúo como lo hago.
- No te preocupes, mi guapo. Hay que dejar que Elizabeth haga lo que se le dé la gana. Tarde o temprano los medios se van a dar cuenta de que tú y ella ya no están juntos y es pura pantalla lo que ella hace y dice... - él suspiró. - Aquí estoy contigo, y aquí voy a estar siempre. Ahora, ven, acuéstate conmigo.
- ¿Aquí, en público?
- Me refiero a que te recuestes aquí conmigo, no a otra cosa. - dijo ella riendo.
Jorge se quedó con ella hasta que tuvieron que irse todos a arreglar para salir hacia el teatro.
El siguiente fin de semana, salieron a sus últimas funciones de la gira, cerrando en Aguascalientes. Cuando salieron del teatro, les dieron un rato para ir a comer o a pasear por ahí mientras los del staff, producción y dirección terminaban de recoger todas las cosas y dejaban todo en orden.

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Detrás de cámaras y telones
RomanceEs difícil ser actor, trabajar con los sentimientos. Es difícil ser artista, y saber que una vez que termina la función, debes volver a la realidad. Porque lo que pasa en las grabaciones, en las grabaciones se queda. Lo que pasa en el escenario, en...