34. "Cuando la prensa se entera"

3.1K 204 37
                                    

¡ADVERTENCIA! 

Es importante que entiendan que esta segunda temporada se desarrolla cuando en 1D aún eran cinco (Lo siento, no quiero sonar grosera.) y aún no escriben Sounds good feels good.

Bueno, aclarado todo... ¡Comiencen!

_______________

Narra Ariana

—¡Ya estoy cansada! No pienso entrar a ningún lugar más. —exclamo cuando ya hemos pasado al menos dos horas caminando.

—¡Oh vamos, Ariana! Nos quedan unas cuadras en las que estoy segura que encontraremos algo.

¡Oh claro! Solo unas cuadras más... Como si ella hablara.

—Ya, como digas, pero ahora hablas tú. —le respondo haciendo que ella asienta sonriendo.

Se preguntarán que hacemos. Bueno, la respuesta es simple: Buscamos trabajo.

No vivimos de nuestros padres y, mientras terminemos nuestro primer año de carrera, debemos buscar otra labor que desempeñar. Hemos revisado heladerías, cafés, tiendas de ropa, música y nada.

¿Qué hay de mal con ellos? Somos chicas responsables, bien vestidas y muy maduras.

Bueno, a veces. ¡Es que es muy difícil teniendo a ______ (Tn) cerca!

—No podemos no encontrar algo. —comenta mi amiga de repente.

Asiento sin querer decir nada más.

Desde un principio sabíamos que sería difícil, que muchas veces estaríamos hartas de todo. Que la labor de estudiante y dueña de casa es difícil al mismo tiempo. Pero así lo quisimos. Estábamos seguras que podríamos y aún lo estoy, sé que ella también y no le daremos de que hablar a nuestros padres.

—¡Pasemos aquí! —digo con emoción al ver el lugar lleno de CD's.

_______ (Tn) asiente como si yo fuera una niña chica y entramos. Miro el lugar y me parece muy genial, realmente genial. Me acerco, como desesperada, a donde se encuentran los discos cuando veo el CD de Bruno Mars.

Dios ese moreno terminará matándome.

Veo a mi amiga respirar varias veces antes de acercarse a donde se encuentra un caballero canoso con aspecto amargado.

Si ese sería nuestro jefe, pues entonces no quiero trabajar aquí eh.

—Buenas tardes, señor. Con mi amiga nos preguntábamos si necesitaba algo de ayuda con la tienda. —saluda respetuosamente mi amiga.

Dios, ¿Cómo puede parecer tan educada? Cuando abro mi boca siempre salen idioteces.

El hombre se baja los lentes -despegando su vista del periódico- para mirarla de arriba abajo, para luego mirarme con desaprobación.

—¿Qué edad tienen? —suelta sin el menor interés.

Dieciocho ambas. —responde rápidamente mi amiga.

Veo como el caballero la mira, nuevamente, con cara de pocos amigos.

—¿Ah sí? Pues no lo parecen. —sus ojos vuelven al periódico, dicho esto.

¿Qué? ¿Perdón? ¿Qué cree que es? ¿Un vidente acaso? ¡Oh no! ¡Un brujo, talvez!

—Tenemos nuestro carnet, si es que lo necesita. —vuelve a responder mi amiga, con un tono más enojado.

Mi inevitable destino. (Calum Hood&tú) |MDET2|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora