66. "No olvides lo valioso que eres"

2.2K 172 92
                                    


—¿Puedo preguntar qué hacías con Calum Hood?

No importa cuánto le rece a los santos, le pida a la virgen y le implore a Dios, Curtis me pregunta lo que llevo tratando de evitar todo el camino a su casa.

Déjenme decirles que la casa de sus padres no es una casa... ¡Es una casota! Parece de esas de películas que te tardas millones de años desde el portón a la puerta central y digo "central", porque tienen más de una entrada.

—Vamos, ______ (Tn). No puedes escaparte de esta.

—¡Oh, ______ (Tn)! ¡Al fin te conozco! —me saluda la madre de Curtis mientras yo miro a Curtis con cara de "¿Con qué no podía?"

—Mucho gusto. —la saludo tratando de sonar amable, pero mi sonrisa se desvanece cuando veo al padre de Curtis.

—¡Oh! Él es Richard, el padre de Curtis. —me informa ella optando otra postura diferente a la que tenía cuando me vio.

—Mucho gusto, Srta Torres.

Agh, incluso su voz me enferma y hace que me retuerza de ganas de hacerlo callar con mi temido puño.

Tranquilízate, ______ (Tn), aún no hace nada.

Pff, espera a que lo intente.

No puedo hacer más que estrecharle la mano, porque no me nace decirle algo como "el gusto es mío" y basura como esa. Curtis parece notarlo, porque enseguida comenta que deberíamos entrar pues el aire se estaba poniendo frío.

—Y dime, ______ (Tn). —comienza su madre una vez dentro—. Dime la verdad, ¿Cómo se porta mi pequeño en las clases?

Su voz parece llena de ternura, lo que causa un sorpréndete sonrojo en los cachetes de mi amigo. Sonrío abiertamente, porque amo fastidiarlo y porque encuentro perfecto que me pregunte algo en donde pueda decir todo lo que pienso de Curtis.

—¿Qué puedo decir? Curtis es la persona más inteligente que he conocido. ¿Sabía que era el mejor en la clase más difícil? —ella niega desconcertada por la información brindada, pero puedo ver como una sonrisa le asoma en el rostro—. Pues sí, el Sr. Morgan lo sabe y es por eso que me deja trabajar con Curtis. Él me ayuda montones, así que no solo es un gran estudiante, sino que también, una increíble persona.

—¿Es eso cierto, Curtis? —le pregunta su madre, pero no le da tiempo a responder cuando prosigue—. ¿Por qué no nos cuentas nada de eso? Dios, no sabes lo feliz que me hace saberlo...

La voz de la madre de Curtis se va a pagando cuando otra voz fuerte y prepotente la interrumpe con su amargura.

—Es su amiga, Regina, debe decir cosas buenas de él.

—Papá tiene razón. _______ (Tn) es muy buena como para decir algo malo de mí. —reconoce Curtis muy apenado.

—No. —lo interrumpo bruscamente causando que todos me miren enseguida—. Disculpe, Sr. Richard, pero estoy siendo totalmente sincera con esto. Aparte de ser amiga de Curtis, soy una persona totalmente sincera. No necesito decir algo para caerles bien.

El aire se vuelve tenso, mientras no dejo de mirar fijamente a su padre. No me dejo intimidar con esos ojos tan claros que tiene, no me importa cuánto sienta que me quiere matar ahora mismo, estoy aquí por Curtis y haré lo que sea necesario.

—Creo que me dio hambre. ¡A comer! —anuncia la castaña. Hasta ahora no me había dado cuenta la similitud que tiene con Curtis. Mismos ojos, tono de piel, hasta los modos y gestos, la única diferencia es el cabello. Mientras que Curtis luce una melena rubia, ella es castaña. Creo que eso es lo único que podría tener de su padre.

Mi inevitable destino. (Calum Hood&tú) |MDET2|Where stories live. Discover now