Ojos de vampiro [Gay]

Capítulo 34: ¿Está muerto?

 ¡Hola a todos! Por fin pude actualizar :) Antes quería contarles que ya edité los capítulos que no me gustaban (los primeros), más que nada los diálogos que no se entendían mucho y esos detalles  >_<  También lo de su primer beso; por si quieren darse una vuelta por allí :) (Si no se les actualiza, deben cerrar sesión en wattpad y volver a iniciarla).  Aún me falta arreglar algunos capítulos que en lugar de tener guión de diálogo (—) tienen guión medio ( - ), eso fue culpa de mi celular D': Es una tontería, pero odio leer los diálogos con esos guiones xD En fin, decidí antes escribir este capítulo para no hacerlos esperar más. Espero que les guste ^_^ Ya los dejo leer xD

Capítulo 34:

— M... ¡¡Maldito!! — Gritó Christopher con los ojos inundados en ira, y aún más cuando el castaño se echó a reír como un loco.

En ese momento hubiera asesinado a Lorenzo, le hubiera metido el puño por la boca hasta llegar a sus tripas para arrancarlas sin piedad alguna. Pero no podía perder el tiempo cuando el amor de su vida y su amigo corrían peligro. Miró una vez más a su casa, para ver si León y Mateo continuaban a salvo en el tejado, pero no era así. Ellos ya no estaban allí. Quién sabe dónde se encontrarían. Debía buscarlos cuanto antes. Mientras tanto, el ejército de especializados continuaba rodeando la mansión. 

En cuestión de un segundo, el vampiro desapareció totalmente de la vista del odioso hombre, quien se asombraba cada vez más con sus habilidades. Christopher llegó, a la parte trasera de la casa. A más o menos diez metros de distancia se quedó de pie, observando la manera de entrar sin ser percibido, ya que habían rodeado totalmente el lugar. Mientras calculaba sus movimientos, oyó una voz. "¡Ahí está!" gritó uno de los policías, algo robusto y morocho, que acto seguido le disparó una bala con el arma extraña que poseía. El vampiro dio un salto y rápidamente se encontró encima de la reja alta, para después caer en su patio con agilidad. Creyó que había podido esquivar el disparo, pero desafortunadamente no fue así y este consiguió darle en la pierna derecha. Se sorprendió de sí mismo y maldijo por lo bajo. El susto y la preocupación le estarían jugando en contra. 

Lo que se encontraba enterrado en su pierna era una bala bastante grande, de madera. Esto le dio gracia, al igual que todo aquello que los humanos creían sobre los vampiros. Siempre se preguntaba de dónde sacaban las ideas tales como "una estaca de madera en el corazón, mata a los vampiros." Sin embargo, algo de cierto había en esa afirmación. No precisamente debía ser madera, sino que cualquier material resistente capaz de perforar  su corazón, sí los mataría. Aunque el corazón de los vampiros está "muerto" por así decirlo, es el órgano que les proporciona esa vida después de la muerte, funcionando de una forma totalmente diferente a la de los humanos. Por eso es tan frágil.  Para su suerte, esta vez solo lastimaron su pierna.

Tomó aquel objeto que le estaba proporcionando un cierto dolor con su mano derecha y lo desenterró de un tirón. La herida sanaría luego de unos segundos. Como era sabido, varios hombres estaban intentando escalar la reja, y otros disparaban desde el otro lado de ella, aunque hacia la nada, porque no podían ver al vampiro que se escondía tras la hierba. 

Después de volver a calcular sus pasos, de un salto se encontró trepando la pared de la mansión, convencido de que aún no podían verlo. Ingresó a su casa por la ventana más alta. A penas logró estar dentro, una nueva bala entró por esa misma ventana en dirección diagonal y chocó contra el techo de esa habitación, incrustándose en el cielorraso podrido. Eso significaba que sí lo habían visto y que no tardarían en querer entrar por allí.