Capítulo 8: ¿Ángel o demonio?

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Viernes, 11:05 a.m. León abrió sus ojos, vio la pared. ¿Era un sueño? Parecía aún percibir la mano de Chritopher enlazada a la suya. Volteó. Se encontraba solo. Entonces sí, lo más probable es que fuese un sueño. Se levantó, se puso una camisa negra, un pantalón de jean, su par de zapatos y fue hasta la cocina para desayunar un café batido. Volvió a la habitación sin objetivo alguno. Corrió la cortina de la ventana, para que entre un poco de luz natural. Un rayo del sol chocó contra las sábanas de la cama que aún estaba sin tender, haciendo brillar algo pequeño, pero que irradiaba un gran destello. El rubio se acercó... ¡No puede ser! Era el dije de corazón con amatista que siempre llevaba Christopher. "Fue real. Él durmió acá." dijo León en voz alta, shockeado. Lo guardó en su bolsillo para devolvérselo cuando lo vea.

El celular sonó, "Ojalá sea Mateo" pensó.

— ¿Hola?

— ¡León! ¿Cómo estás, hijo?— Oyó la voz de su madre.

— Hola, mamá. Bien, ¿vos?

— Bien. Hoy tengo el día libre en el trabajo.

— ¿Vas a visitarme?

— Perdoname, pero voy a salir con tu papá. Hace mucho que no nos dedicamos tiempo.

— Está bien, má. No importa.

— ¿Y cómo va el amor?

— ¿Qué?

— La última vez me contaste que te gustaba alguien.

— Ah... Sí. Bien, creo que me gusta de verdad.

— ¿Cómo se llama la chica?

— Golpean la puerta, mamá. Te tengo que colgar. Más tarde hablamos. Te amo. — Mintió para evitar la respuesta.

— También te amo.

León colgó el teléfono, nervioso.

Pasó la tarde leyendo, otra vez. Ahora eligió los libros de brujerías, vampirismo y licantropía, para analizarlos detenidamente. Claro, descartó los de fantasmas. Sin embargo, Christopher parecía tener algo de los tres. "¿Brujo? Puede ser. Aparece y desaparece como por acto de magia; posee ojos de un color imposible; me tiene hechizado, aunque no pienso que lo sea. ¿Vampiro? Posiblemente. No se expone al sol, es muy rápido, es pálido; pero no parece alimentarse de sangre. No lo creo. ¿Licántropo? Tal vez. Tiene el pelo muy negro, uñas puntiagudas; y encontró mi hogar, quizás siguió el olfato; pero tiene un collar de plata y eso debería hacerle mal. Tampoco es hombre lobo."

Se distrajo horas con esas leyendas, de pronto oyó la puerta. "¡Ya voy!" gritó desde el dormitorio.

— ¡Mateo!—  Al ver a su amigo, León lo abrazó fuertemente.

— ¿Vamos?

— ¿A dónde?

— ¡A clases! En media hora deberíamos estar en el aula.

— Oh... Creo que me distraje y se me pasó rápido el tiempo. Vamos.— Ambos chicos emprendieron el camino.

— ¿Qué estabas haciendo?— Preguntó el pelirrojo extrañado. Ya que León generalmente está ansioso por todo, y casi nunca se distrae un rato tan largo.

— Estaba leyendo libros de seres sobrenaturales. Pero no creo que sea brujo, vampiro, ni licántropo. ¿Y si es un ángel?

— ¿Qué va a hacer un ángel yendo a la universidad?— Mateo intentaba contener la risa.

— Es que ya no sé. Todo perdió el sentido. La verdad me abro a creer en cualquier cosa.

— ¿Qué te hace pensar que es un ángel?

Ojos de vampiro [Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora