03; viajes y encuentros☀

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Pensaba que nada podía estar peor, hasta que cuando su auto se comenzó a dar de frenazos y tuvimos que estacionar de emergencia

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Pensaba que nada podía estar peor, hasta que cuando su auto se comenzó a dar de frenazos y tuvimos que estacionar de emergencia. Él me ordena que baje y yo acato las coordenadas. Me hace a un lado y abre el capot del vehículo, pide que por favor de alcance los guantes que se alojan en la guantera del carro. Tiro de la puerta, apoyada en el asiento, tocó un botón y el pequeño portal cae dejándome ver unos guantes grisáceos, los tomó y evacúo del automóvil.

Extiendo mi brazo y éste arremanga los brazos de su camisa a la altura de sus codos. Se coloca los guantes y comienza hacer aparentemente uno que otro arreglo.

―Disculpe mi atrevimiento señor, ¿Pero sabe algo de mecánica? ―pregunto al ver que mientras más inculcaba en el motor, más se ensuciaba y frustraba. Maldice en noruego, me veo confundida pues no le entiendo, mis labios se tuercen en una mueca y pongo mi mano sobre la suya con la intención que se detenga.

―Vuelva adentro señor Doblas, yo me ocupo de su carro.

Estaba agotada, pero recordaba mis veranos junto mi abuelo, sí bien era mecánico y mantenedor de aviones, algo asemejaba a los autos. Busqué una manguera que llevase el aceite, pero no la encontré, fue entonces dónde pensé que algo faltaba y era esa válvula. Introduje mi mano con cuidado, pero la de él capturó mi muñeca.

―El motor está hirviendo niña, hazme el favor de al menos colocarte los guantes. ―pide deshaciéndose de ellos, asiento y mí los pongo. Bajo mi mano con más seguridad que antes y cuando cojo algo, sonreí. La saqué de la penumbra y la dejé en su lugar, pero ponerla sobre puesta no bastaba, algo debía aferrarse a ella― ¿Posee abrazaderas?

Su mirada es de confusión pura, pero luego de tres pestañeos rápidos camino a la maletera, de ella, vi como traía una caja de herramientas, la dejó en el suelo a mi par y le agradecí.

Callado continuó observando como sí de algo fuera de éste mundo se tratase.

Al cabo de cinco minutos estaba todo en orden, baje el capot con cuidado y me liberé de esos guantes grises. Camino hasta la puerta del copiloto y me instalo en el asiento, mi jefe me pregunta si ya estaba todo normal en el motor, más le aclaro que no era ese el problema, sino que era más bien el aceite y él sólo asiento sin añadir palabras.

❛Chef❜ ☀️ [Rubén Doblas] // LENTA.Where stories live. Discover now