❛Chef❜ ☀️ [Rubén Doblas] // LENTA.

20.5; antiguos jefes y acercamientos☀

Ella entró con timidez, dejó su pequeño bolso negro con detalles en dorado encima del brazo del sofá. En su paso se quedó fija mirando la mesa del comedor.

La verdad era, que la luz de las velas le daban un tipo de calidez al departamento, era algo realmente distinto, ya que siempre preferí las penumbras a la luminosidad.

Se giró hacia mí la muchacha.

― ¿Te costó mucho venir hasta aquí? ―pregunto pues su madre aunque no lo quisiese era un fantasma en la vida de la mujer. Un ente presente, el cual no quería desaparecer.

Suspira con una sonrisa agotada en el rostro, sus párpados caen de manera tranquila.

Ella:

Estaba recordando en todo el lío que me puso mi madre al venir aquí. No había día en el que no pensara en largarme de esa casa, que más que eso: Parecía cárcel. Dando explicaciones las 24/7, siguiendo reglas de una persona cerrada, cumpliendo horarios que te llegaban a estresar de solo imaginarlos.

A veces comprendía porque papá se había marchado.

―Rubén... ―lo llamé, y al hacerlo éste se extrañó al oír como me refería a él― ¿Tú crees que me parezco a mí madre?

Sentí los ojos arder.

Arder de recuerdos y malos momentos.

Pero no lloraría, más el querer restringirlo no quitaría las ganas, ni mucho menos que estuviera al borde de ellas.

Las manos del hombre se posaron en ambos brazos. Y su tacto sobó mis extremidades.

No quería encontrármelo y verle a los ojos, no cuando los míos poco a poco se teñían de un rojizo suave.

En ese instante pude sentir una cálida respiración sobre mis labios, una mano que poco a poco se enredaba más con mi cabello y una fuerza que me empujaba a su boca.

Un pequeño roce que me hizo abrir mis ojos y que me caló hasta los huesos.

― ¿Por qué si te caigo tan mal me haces esto? ―cuestioné a casi susurros.