❛Chef❜ ☀️ [Rubén Doblas] // LENTA.

29; descanso y regaño☀

Rubén estaba cada vez más preocupado, la chica aún no despertaba, fue tanto su nerviosismo que debió llamar a Daniela para saber qué acciones tomar respecto al tema, aún le rondaba en la cabeza las palabras de la castaña, ¿A qué se refería con "su hija"? Le había tomado por sorpresa, tampoco tenía a quién avisarle sobre el estado de su trabajadora, su madre posiblemente armaría un gran escándalo, no porque se hubiera desmayado, sino porque la había traído a su departamento, mientras que su hermano lo más probable es que ni tiempo le diese para explicarle lo acontecido y le plantaría la hostia de su vida.

El de metro noventa solo se dedicó a analizar a la muchacha que tenía entre sus sábanas, la pobre había terminado desmayándose al poco rato de que él la hubiese encontrado, de tal magnitud había sido el asombro, que la hiperventiló de sobremanera, ni siquiera alcanzó a contarle lo que realmente había pasado; Éste acarició los cabellos marrones de la chica, haciéndole pequeños mimos en el.

Se alejó de inmediato apenas sintió llegar a su compañera de piso, guardando así sus manos en los bolsillos de su pantalón negro. La puerta se abrió dejando ver a su amiga con el pecho subiendo y bajando a lo loco, era probable que hubiera optado a subir por las escaleras en vez de esperar el ascensor. Él le sonrió, mientras que ella le miró de mala forma, había perdido el ligue de su vida por ayudar al que consideraba casi un hermano.

― ¿Aún no despierta? ―cuestiona acercándose a la cama y tocando una de las mejillas de la chica para luego posarla en su frente― Al menos no tiene fiebre, si sigue así es porque debe estar cansada, nada grave... Sin embargo, lo que me causa bastante curiosidad es en el estado que la encontraste, mencionaste en la llamada que la hallaste tirada en la vereda, a unos cuantos metros del paradero de buses, ¿O me equivoco?

El hombre negó mirándola con seriedad.

―Tenía todas sus cosas esparcidas en el suelo, lo primero que pensé fue que la habían asaltado o algo por el estilo, pero, al contrario, tenía todas sus pertenencias, o al menos las de más valor, contando su teléfono celular y su billetera.

―Qué raro, pero bueno, al menos aquí está a salvo, lejos de esos posibles delincuentes que la intentaron atacar o algo por el estilo, traje unos vegetales y una pechuga de pollo para prepararle una sopa para cuando despierte, déjala descansar y ayúdame con el tema de la cocina. ―dice ésta animando a que su amigo abandonara el cuarto para que la dejase dormir en paz.