Tony

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Tony

Ella no dejaba de preguntarme cosas pero Terry estaba tan aferrado a quedarse aquí en mi regazo que no podía moverme, y cada vez que ella trataba de levantarse, él ladraba.

Este era un complot de Terry.

Conocí a Terry cuando me mudé hace tres o cuatro semanas. Él estaba ahí, frente a mi casa. Le dí una rodaja de pan y me siguió. Al día siguiente, me siguió. Y así fue hasta que le puse nombre y un plato de comida fuera de nuestro jardín.

Quizás adoptarlo completamente pero mamá no es amante de los animales y papá se queja de todo. Dicen que es malo para la bebé pero no creo que sea así.

En realidad, creo que Mani lo amaría. Terry no es agresivo en absoluto, es cariñoso y muy feliz. Lo contrario a mí, creo.

He tenido varios perros adoptados. Todos ellos tienen que dormir afuera por mis padres pero también suelo mudarme mucho, entonces los tengo que dejar atrás.

No soy un chico con amigos, los perros son mis amigos. Cuando dejo a uno de ellos abandonado, me duele. No me gusta pero mis padres piensan que es una tontería. Mamá rueda los ojos y afirma que los animales no sienten. Papá dice que sufrir por eso es una mariconada.

Sí, papá es de ese tipo de humanos.

A veces me pregunto si mis padres fueran otros, ¿Cómo sería yo?

Si mi padre fuera paciente, comprensivo y no dijera que todos mis ataques son estúpidos y de un marica, quizás fuera diferente. Quizás de verdad intentaría salir de todo eso. Si mamá no pensara que nada de lo que hago es suficiente, entonces, quizás hablaría con ella.

Pero así ha sido mi vida siempre. He vivido con estas personas que siempre me empujan a direcciones a donde no quiero ir. No creo que ellos sean crueles, pero tampoco pienso que ellos están orgullosos de mí.

¿Estar orgulloso de alguien como yo? Eso es una tontería.

—Tu nombre... Em, ¿Cuál es? —No la he visto ni una sola vez desde que Terry la atacó.

No tengo idea porque le pregunto su nombre. A mí no me gustan las preguntas, pero Terry no la deja ir así que quedarnos en silencio no es una gran idea.

Aunque a mí sí me gusta el silencio.

Ella se inclina para poder ver mi rostro y me sobresalto. Ella ríe pero no se está burlando de mí, creo que solo le dio gracia mi reacción. —Lo siento, Rachel.

Asiento. Lentamente levanto mi vista. Terry me mira porque lo sabe, sabe lo que estoy pensando. Que me gustan los ojos de la chica. Sus ojos son azules, muy oscuros. Su cabello es negro y no lleva nada de maquillaje, lo cual es extraño porque en la escuela no había nadie que no llevara maquillaje. Quizás ella no va a la escuela.

—Tony, ¿Dónde estudias?

Más preguntas. Trato de verla a los ojos pero me es difícil —En Landon Resthwern.

Parpadea. —Yo también. —Confiesa sin ninguna emoción.

Terry se levanta y ahora se sienta en regazo de Rachel. Ella sonríe. —Es adorable, y eso que no me gustan los perros.

A mí me gustan los perros.

Rachel hace su cabello a un lado. —Así que, ¿Eres nuevo?

Digo: Mhm. Mamá odia cuando no logro decir sí o no con mi boca. Odia cuando no hago más que ruidos.

Nos mudamos hace un mes, antes de que comenzaran las vacaciones de invierno. Tuvimos que hacerlo por dos motivos, mamá dice que aquí ella tiene la oportunidad de trabajar un rato, mientras que yo cuido a mi hermana por la tarde pero la verdad fue esta:

Tuve un ataque en la escuela. Había logrado sobrevivir casi dos meses, pero lo tuve. Desde ahí, todo se fue a la basura.

Mis compañeros me tiraban cosas en la cafetería, se reían de mí cada vez que hablaba, mis profesores se quejaban de mi falta de interés, según ellos. Mis padres eran llamados varias veces a la semana.

"Alguien le tiró pintura a Tony en Arte"

"Tony tiene un golpe"

"Tony no lo está intentando"

"¿Están seguros que no necesita ayuda especial?"

Y se aburrieron de todo eso, así que fingieron que nada había pasado, me transfirieron de escuela y aquí estoy, siendo el anormal de siempre.

—Terry podría ser un gato, si lo piensas. —Me hace levantar mi vista para verla—. Podría ser un disfraz de un gato, pero no un gato normal. Un gato salvaje, porque son más grandes y delgados, casi como Terry. Terry pudo aprender a ladrar en Francia, de donde definitivamente es, y un perro normal no salta como él lo hizo conmigo. —Levanta la cabeza de Terry—. Lo lamento, compañero. Te he descubierto.

No tengo idea porque dijo eso. No tengo idea porque ella logró hacerme reír.

Trago saliva y vuelvo a bajar la mirada. —Tiene sentido.

—Lo tiene, ¿Verdad?

Rachel acaricia a Terry y sube su rostro para verme. —Oye, Tony. ¿Dónde te sientas en la cafetería?

No quiere sentarse conmigo. No porque las personas no quieren estar conmigo. Ella lo dice porque le agrada mi perro. No quiero estar en un grupo de personas que hablan de cosas que no entiendo. No se me da bien hablar con extraños. No quiere sentarse conmigo. —Yo, Em... solo me siento por una ventana.

Rachel frunce el ceño. — ¿Lenny estaba contigo, no?

¿Lenny?

Ella sacude su cabeza. —Tu bandeja, algo pasó y había un chico.

Ah.

Lenny era el chico que llegó, me dijo que sostuviera una bandeja y lo hice, luego la tiró al suelo y me pidió que jamás vuelva a humillar a su hermana.

—Ah, sí, fue mi culpa.

Ella bufa. —Pues, lo conozco y su hermana estaba riendo así que, digo que no fue tu culpa pero si tú lo dices.

Comienzo a jugar con la manga de mi sudadera. —No importa.

Ella se pone de pie y Terry también. —Oye, Tony, ¿Puedo sentarme contigo mañana? No importa si no quieres pero cuando me ven sola es como si tuviera un magneto de personas que preguntan si estoy bien.

Esto podría ayudarme. —Yo... Em, yo no hablo mucho.

Me levanto. Ella se encoje de hombros. —Oh, mejor. No me gusta hablar, solo comer.

Terry le ladra a Rachel.

Me hace una seña para despedirse y se aleja.

Terry ladra y salta a mi lado.

"


Hola, me gustaría saber que piensan hasta ahora :) Gracias!! 

Rachel, Tony & TerryWhere stories live. Discover now