Rachel, Tony & Terry

Tony

Tony

Rachel me había dicho que el viernes no estaría en casa, que iría a visitar a su padre. Terry estaba caminando conmigo, él me empujaba hacia donde quería que siguiera. Tiraba de mis pantalones y me jalaba con fuerza. Cuando terminamos en la casa de Rachel, me inclino y lo miro.

—Amigo, Rachel no está aquí hoy.

Él me ladra. Perro necio.

Terry salta y tira de mi mochila, la jala y la derriba al suelo. Se salen algunas cosas y un libro que Rachel me prestó se cae. Ya terminé de leerlo, se lo iba a dar hoy pero lo olvidé.

Terry me mira con la lengua de fuera. Sí, probablemente Terry es más que un perro.

Terry corre a las escaleras de la casa de Rachel y se sienta esperando a que lo alcance. Quizás su mamá está ahí y puedo dejarle el libro ya que Terry, por alguna razón, está obsesionado con Rachel.

Camino hasta la puerta y dudo como cuatro minutos si debo tocar el timbre. Terry me gruñe.

— ¿Y si no hay nadie? —Mírenme, hablando con un perro.

Ladra.

Toco el timbre y espero. Estoy seguro que no hay nadie. La madre de Rachel llega tarde a casa y ella está con su padre. No sé porque le hago caso a un perro.

Sin embargo, la puerta se abre.

Una mujer muy parecida a Rachel, con cabello rubio y ojos un poco más claros que los de ella me mira sonriente.

—Ah, Em...

Terry ladra.

Ella entrecierra los ojos mientras estudia mi cara. — ¡Oh! Tú eres Terry y él debe ser Tony.

Río por su equivocación. —Em, no... soy Tony. —Señalo a mi amigo—. Él es Terry.

Ella sonríe. Tiene la misma sonrisa que Rachel. —Ah, lo lamento. Rachel me habla tanto de ustedes, dice que te conoció gracias a él.

Asiento. —Es cierto.

Tomo el libro y se lo entrego. — ¿Qué es esto? —Pregunta.

—Un libro que Rachel me prestó. —Aclaro mi garganta—. Ya lo leí y quería devolvérselo.

Ella me sonríe y lo toma. —Gracias Tony, se lo daré, ella no está aquí ahora.

Asiento. —Sí, sí, lo sé. —Doy un mordisco a mi pulgar—. Ella me dijo que, eh, estaría con su papá.

Ella asiente con una sonrisa triste. Quizás no se lleva tan bien con él como pensé. —Gracias, Tony, se lo daré. —Asiento y suspiro, comienzo a alejarme cuando ella me llama—. Tony, espera.

Me doy la vuela y Terry se queda observando todo.

—Quiero agradecerte por, todo. —Suelta una risa—. Mira, no le digas a Rachel que te agradecí pero desde que pasó todo lo de su padre, y ella se estuvo aislando de sus amigos un tiempo.

Sonrío pero no sé qué más hacer.

—Pronto será su cumpleaños y bueno, supongo que sabes, ¿No?

Miren, mis padres no están divorciados. No sé qué tanto le dolió a Rachel pero incluso su madre está muy preocupada por esa fecha. —Su padre.

Ella asiente. —Fue doloroso para ambas, el accidente fue algo horrible.

¿Accidente?

Tengo la cara con confusión, al menos, eso parece porque ella se cubre la boca. —Tú, ¿Lo sabias?

Lamo mis labios. —Rachel no habla mucho de eso.

Ella asiente impaciente. —Sí, sí... yo lo lamento.

Ella comienza a cerrar la puerta. —Espere.

Se detiene.

— ¿Dónde está Rachel ahora?

Y como si fuera algo que debería saber, me responde: —En el cementerio.

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chan chan CHAAAN .... CONTINUARÁ