Rachel, Tony & Terry

Rachel

Rachel

Imagínate que eres un color. Digamos que yo soy verde. Pero a la gente no le gusta el verde, a la gente no le gusta ese color. La gente lo usa solo por lastima. Lo mira solo porque está ahí. Lo usa simplemente porque quieren hacer sentir bien al verde.

Lo sé, no tiene sentido.

Hay tantas cosas que pasan en mi cabeza que no sé qué pensar. Anna me reconoció. Yo la reconocí.

Ella lo recuerda todo.

Ella no conoce a Rachel, solo conoce a Rachel, la rubia. La Rachel que sonreía y decía que todo estaba bien. Ahora ya no sé qué hacer con mi vida. Siento que jamás he estado al borde de la verdad como lo he estado este año.

Y que falten tres días para mi cumpleaños no ayuda.

Sé que pasará ese día. Sé que es sábado, es más fácil no tener escuela. Es más fácil encerrarme en mi habitación. Pero ahora tenía un problema, mamá quería presentarme a su novio ese día. Quería remplazar un mal recuerdo con un novio nuevo. Un padre nuevo. Una familia nueva. Incluso está creciendo un hermano nuevo en su panza.

Sé que no hablarle a Tony no cambiaba nada, pero después de ver a Anna me di cuenta de ciertas cosas:

Le tomé la mano a él. Lo hice porque tenía miedo y se la tomé porque con él, me sentía segura. Protegida.

Siento mucho. Eso no es bueno. Era buena ocultando mis sentimientos pero últimamente no puedo dejar de pensar en todo lo que me ha pasado últimamente y lo siento. Hay días donde solo quiero rendirme y llorar, confesarlo todo pero, ¿Para qué? No hay razones.

Tony está acercándose a la verdad.

Madison se acerca a mí. —Hola.

No le contesto.

—Rachel, tu cumpleaños es el sábado, ¿Harás algo especial?

Y ahí fue cuando se me ocurrió planear una fiesta de cumpleaños. —Creo que sí.

Madison levanta su ceja sorprendida. El año pasado dije que no iba a celebrar mi cumpleaños porque tenía que visitar a mi papá. Ellos aún no saben que está muerto.

— ¿En serio?

Allana nos escucha y se detiene frente a mí. —Rach, ¿Harás algo para tu cumpleaños? ¿Puedo ayudar con algo?

Me encojo de hombros. —Si quieres.

Ella sonríe. —Oh, sí. —Muerde su labio—. Por cierto, lamento toda la presión, solo queríamos volver a ser tus amigos.

—Funcionó darme mi espacio. —Le contesto.

Madison sonríe y me abraza. — ¿Qué harás? Dinos todo.

Les digo que haré una fiesta en mi restaurante preferido. Les digo que corran la voz a mis viejos amigos. Incluso invito a Lenny. Ellas aseguran que será el mejor cumpleaños de todos.

Dieciocho años.

Dos más que un amargo recuerdo.

Allana llevará la música.

Dos más que lo justo.

Madison quiere que vayamos de compras, le digo que mamá quería llevarme, ella sonríe.

Sonríe porque somos amigas de nuevo.

Porque esto necesito.

Necesito ponerlos a todos en una cajita, colocarlos en poses diferentes y vestirlos para que sean puestos en exposición. Para que todos estén alrededor de la dulce y fuerte Rachel. La chica que está bien. La chica que sonríe. La chica que su padre la abandonó en su cumpleaños. La chica que no celebra cumpleaños porque su padre se fue con una mujerzuela ese día.

Pero no saben.

No fue un día.

Fue una noche.

No fue su padre.

No hay mujerzuela.

La chica no es feliz.

La chica no está bien.

Rachel no es fuerte.

Rachel está sola.

Rachel les mintió porque no hay ninguna fiesta. No hay ninguna cena. Incluso mamá se lo tragó todo. Le dije que llevara a su príncipe encantador al restaurante que no existe, al restaurante que está a casi hora y media de aquí. Al lugar en donde todos se verán confundidos y se preguntaran si se perdieron, pero luego, se darán cuenta que la dulce y feliz y fuerte y amigable Rachel les mintió. Que no hay fiesta. Que ella siempre quiso estar sola. Que los quería tan lejos como podía. Que no le importan los regalos.

Que lo único que quiere es traerlos de vuelta. A todos. 

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Hoy hay 2 capítulos porque los quiero :) así que sigan leyendo ...