Rachel

995 127 10
                                    


Rachel

Me canso de escapar de la cafetería pero no tengo de otra. Ellos me desesperan. Si no salía de ahí, iba a golpear a Allana.

Eso fue ayer, hoy Madison llegó a nuestra mesa.

¿Está bromeando? —Hola Rachel.

No recuerdo haber tenido tantos amigos. No recuerdo que todos dijeran la misma mierda siempre.

—Madison, ¿Qué tal?

Tony también se está cansando de esto. Él la mira con el ceño fruncido.

—Rachel, hay rumores que iras al baile. —Rumores. Sí, claro—. ¿Quieres ver algunos vestidos conmigo?

¿Vestidos? — ¿No crees que ya tendría el vestido?

Ella sonríe. —Bueno, quizás. —Lame sus labios quitando el labial rojo—. Pero dicen que es tu primera vez en un baile, solo... quizás quieras llevar uno muy bonito.

Por favor dime que no estoy teniendo esta conversación. Levanto mi mano a la altura de mi frente. —Madison, está bien, ya tengo lo necesario.

Ella se gira con Tony. — ¿Iras con Rach?

Él me mira para que yo conteste. —No, yo iré con tu novio, Madison.

Ella me mira y rueda los ojos. —Estamos tratando, Rach. Realmente queremos que seas la chica feliz que solías ser, pero no durará para siempre, no podemos seguir rogándote. Todos lo hemos intentado.

—Que tragedia. —Me burlo.

Madison niega decepcionada. —Está bien, igual, siempre tendrás nuestro apoyo.

Mentiras.

Tony levanta su ceja hacia mí, tomo un cuchillo de plástico y finjo degollarme. Él sonríe.

—Oye, la ardilla tiene razón.

Tony me mira. — ¿De qué?

—Que necesito ayuda psicológica, Perla. —Juego—. Nah, eso de los vestidos. No puedes salir de tu casa con jeans y yo no puedo salir de la mía con esto, aunque me veo fantástica de todas formas.

Tony toma una de mis papas fritas. —No compraré un traje.

—Y yo no compraré un vestido.

Tony agrega: —Pero podría alquilar uno.

Sonrío cuando le robo una uva. —Y yo buscaré algo bonito.

Tony no me mira a los ojos cuando agradece: —Gracias por decirles a mis padres que iríamos, ahora piensan que soy normal.

Ruedo los ojos. — ¿Para qué quieres ser normal? Eso es aburrido. —Señalo la mesa de Los Chicos Perfectos—. Ellos son los normales y son tan estúpidos, huelen a desodorante y apenas aprueban sus clases. —Señalo a Tony con una papa—. En cambio, tu lees, tienes un perro inteligente, una hermana que me agrada y eres mitad zanahoria, si eso no te hace genial, no sé qué más pueda hacerlo.

Sonríe. — ¿Soy genial?

Su pregunta, de alguna manera, me provoca algo que no he sentido en mucho tiempo. Ternura. Parece como un pequeño niño preguntando si es tan maravilloso como su madre piensa. Como cuando un profesor te asegura que eres bueno en matemáticas.

Tony es un gran chico. Sé que su forma de ser es más que un chico tímido, es algo más profundo que eso pero no me importa. Me agrada y sabe que decir y como decirlo. No es un idiota y la mayor parte del tiempo, se ríe de mis bromas.

Tomo un bolígrafo de mi bolsillo y agarro su mano. Esta es la primera vez que lo toco. Las otras veces solo lo golpeo o lo pico con mis dedos o con cosas, pero tengo su mano sobre la mía y se siente raro. Su piel es muy suave para ser un chico, quisiera acariciarla pero eso sería raro e incómodo.

En la palma de su mano, escribo: "Solo tengo amigos geniales"

Suelto su mano y la lee. Luego, sonríe.

Él toma el bolígrafo y toma mi mano, no la sostiene como yo lo hice. Casi no quiere tocarme. No me ofende, pero se me hace extraño como tiembla un poco cuando escribe: "Gracias, majestad"

Suelto una carcajada cuando lo leo.

Tomo la otra mano de Tony y escribo: "De nada, Perla"

Sonríe y niega.

Él dibuja una media luna pequeña en uno de mis dedos. La observo y asiento con una sonrisa grande. —Así que ya lo tengo confirmado, tienes una obsesión con la noche.

Tony se encoje de hombros. —Es la mejor parte de todo el día.

—La noche es la mejor parte del día. Frase extraña por Tony Pearl Pherps.

Él se inclina. — ¿En realidad no te gusta?

Niego. —No sé porque... solo, no me gusta la noche. Me gustan los amaneceres, pero no me gusta salir de noche... —Bajo la voz cuando confieso por primera vez: —Me da un poco de miedo.

Tony asiente con la mirada en la mesa. Toma el bolígrafo de nuevo y mi mano que aún no tiene nada escrito. Escribe algo en ella y la suelta.

Leo: "Ya sé qué haremos el viernes"


Gracias por leer, los quiero a todos :D 

Rachel, Tony & TerryWhere stories live. Discover now