Capítulo 8 | No debes preocuparte

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Seunghyun no sabía qué hacer. Después de lo sucedido en el estudio, él se había quedado impresionado del grado de descuido que había tenido. Si era completamente objetivo, Jessica era una completa extraña. Claro que sabía cosas de ella pero no lo suficiente para llegar a ser tan íntimos.

¿Por qué se había dejado llevar?

En realidad no lo sabía, pero cuando después de unos días ella no se comunicó con él se sintió realmente mal.

Se dirigía a casa de Daesung a cenar. Llevaba dos botellas de vino de sus favoritas. Quería discutir el asunto con sus amigos y esperaba que Jiyong no le dijera nada acerca de su irresponsabilidad. Como el líder del grupo, generalmente lo sermoneaba sobre cosas que podrían afectarlo a él y a todos sus amigos.

Sabía que Jessica había sido sincera con él todo el tiempo. Al menos eso le decía su corazón.

—Hola, hyung —lo saludó Seungri, el más pequeño de todos. Ambos tenían el cabello del mismo color y Youngbae no podía evitar hacer bromas sobre eso.

— Hola —respondió Seunghyun.

—¡Seunghyun-ah! —escuchó que gritaron desde la cocina.

Era Jiyong, que salía de la cocina con Daesung y Youngbae detrás, cargando los platos para cenar. Su amigo lo abrazó con fuerza después de colocar todo sobre la mesa. Desde aquella fiesta en YG, no habían tenido mucha oportunidad de estar verse. Además, habían hecho una gira mundial y habían estado muchísimos meses juntos.

A decir verdad, necesitaban un descanso de ellos mismos de vez en cuando. Por eso cuando se volvían a ver después de tanto tiempo era agradable volver a sentirse como en familia.

Todos platicaban como siempre, excepto él. Quería contarles acerca de Jessica pero no sabía cómo decirles.

—¿Te pasa algo, Tabi? Estás muy callado —mencionó Seungri. Esperaba que nadie lo notara, pero como siempre, el maknae tenía que sacarlo a relucir.

—Generalmente estás riéndote de tus propias bromas —dijo Daesung, lo que hizo que todos se rieran, excepto él.

—Cuéntanos que tienes, hyung —pidió Youngbae.

Jiyong había estado en el teléfono todo el rato y lo había dejado a un lado para escucharlo. Tomó aire y comenzó. Les contó desde que la conoció fuera de la exposición, la fiesta, las fotos y lo que había pasado en el estudio.

—Y pensar que eres el más viejo... —dijo Jiyong antes de reírse. Seungri también lo hizo.

—¿Qué? ¿Por qué se ríen? —preguntó Seunghyun, confundido.

—Porque te gusta mucho esa chica —contestó Daesung como si fuera lo más obvio del mundo.

— Y es lo más normal del mundo. No debes preocuparte —continuó Youngbae.

—Además por lo que nos cuentas es sexy —dijo Seungri, a lo que Seunghyun respondió con una mirada molesta.

—No debes de pensarlo mucho. Sólo ten cuidado. De cualquier manera, si dices que Chaelin-ah la conoce y le agrada, debe ser porque tiene buenas intenciones. ¿Desconfías de ella? —preguntó Jiyong.

—No me ha dado razones pero desde lo que pasó en el estudio no he sabido nada de ella.

—Lo más probable es que sienta lo mismo que tú. Pregúntale a CL en qué hotel se está quedando y búscala, es lo mejor que puedes hacer —aconsejó Youngbae. Todos rieron.

—Siente que sabe mucho de mujeres porque es el único que tiene novia —bromeó Daesung.

Los días pasaron y con lo ocupado que estaba no había podido poner en práctica lo que sus amigos le habían aconsejado. Tuvo que pasar una semana antes de que pudiera hablar con CL acerca de Jessica. Ella le había dicho que era una chica agradable y que su amigo Ashton era el representante de la artista de la exposición que había ido a ver, en la que conoció a Jessica. Eso lo inquietó un poco pero decidió ignorarlo. También le informó, después de darle toda la información de dónde encontrarla, que partían al día siguiente y que si quería hablar con ella tendría que darse prisa.

Terminó los pendientes del día antes de ir a verla al hotel. La había visto salir de su habitación hacia el roof garden y la había seguido.

Después fueron a su habitación.

Y sucedió.

Estaban recostados en la cama, desnudos, calmando sus respiraciones después de haberse agotado mutuamente. Ella volteó para encararlo y la vio más preciosa que nunca. Sus ojos brillaban como nunca, estaba un poco ruborizada y todo su cabello estaba desarreglado. Olía a él y no sabía por qué eso le causaba una satisfacción indescriptible. Empezó a acurrucarse a su lado, casi metiéndose debajo de su cuerpo.

—¿Qué estás haciendo? —preguntó, divertido.

—Hace mucho frío y tú estás calientito —contestó Jessica mientras trataba de meterse un poco más debajo de él.

—Mejor ven aquí —le ofreció, tomándola entre sus brazos. Ella entrelazó una de sus piernas con las de él, lo cual le pareció muy tierno.

—No me quiero ir —se quejó ella mientras cerraba los ojos y acomodaba su cabeza en su pecho.

—Yo tampoco quiero que te vayas.

Era la verdad.

Pero estaba inquieto sobre cómo estaba avanzando lo que sea que fuera que Jessica provocaba dentro de él.

—¿Puedes quedarte esta noche? —preguntó tímida y con voz somnolienta.

Él sonrió con ternura sin poder evitarlo. Tenía una presentación en la mañana pero si se levantaba temprano podía lograrlo.

—Claro que sí, jagi.

—¿Qué significa eso?

—¿Qué cosa?

Chagi —dijo Jessica y él no pudo evitar reír.

Su pronunciación era demasiado mala.

Jagi —conrrigió él, divertido—. Te diré después, ahora duerme.

—Por favor —pidió bostezando y besando su barbilla.

—Otro día, mejor duerme.

Y la discusión acabó ahí porque ambos se quedaron dormidos.

Adicta a ti | T.O.PWhere stories live. Discover now