Capítulo 25 | ¿Eres real?

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Emma arreglaba su nuevo flequillo con la maleta a su lado y el boleto del fanmeeting sobre ésta. Ashton estaba sentado en el sofá, insistiéndole en que no fuera al aeropuerto sola.

—Emma, déjame llevarte, habrá muchos reporteros.

—Puedo manejarlo sola —insistió ella por tercera vez.

Volteó a verlo para encontrarse con el rostro preocupado de su amigo, cuyos ojos la miraban fijamente.

—Esto es diferente, después de lo de Ivanov, no dejarán de molestarte por un tiempo. Sólo déjame acompañarte, ya es lo suficientemente escandaloso que te vayas a China sin ninguna explicación. Todos están especulando.

—Quiero que todo siga tan normal como siempre —murmuró por lo bajo. En una situación normal, Ashton se ofrecería a llevarla sólo por ser caballeroso, no porque su privacidad estuviera de por medio. Suspiró, dándose cuenta que las cosas no podían ser como antes, por lo menos durante unos meses—. Está bien, dejaré que me lleves.

—No quiero que te sientas forzada...

—Tranquilo —lo interrumpió ella—. No me estás forzando a nada... Tienes razón, después de lo de Ivanov, será imposible que no me sigan por todos lados y quieran interrogarme.

Las cosas no habían terminado del todo bien. Cuando la corte había dado el veredicto y la sentencia, Emma casi lloró del alivio que sentía. Ivanov tendría que pagarle una gran suma de dinero, le daba vergüenza pensar en la cantidad de ceros que tenía la cifra.

No se explicaba la razón por la que la haría pasar tanta angustia, pero al final había confesado: estaba harto de que tuviera tanto éxito ya que las galerías preferían las obras de Emma a las de él. Según Ivanov, sólo quería conocer el rostro de la persona que llevaba superándolo durante tanto tiempo.

Emma sintió algo de pena por el pobre hombre cuando entregó el cheque, pero Ashton casi bailó de la felicidad frente a él. Ella prefirió quedarse al margen, no queriendo demostrar que todo ese proceso le había afectado. Ahora, después de toda esa locura, estaba a punto de ver al hombre que amaba y que la hacía sentir en casa.

Sabía que salir con el famoso T.O.P tenía sus desventajas, por ejemplo, tener que enfrentar un problema sin que él estuviera para ella. Durante los últimos dos meses, lo único que deseaba era un abrazo de Seunghyun, que la mirara con la intensidad con la que lo hacía siempre y que le dijera que todo estaría bien.

Cuando hablaban, ella tenía que mostrarse lo más fuerte posible porque sabía que él podía ser algo profundo. No sabía si esa era la palabra para describir correctamente que en ocasiones había tanto recorriendo la mente de su novio, tantos pensamientos profundos y oscuros que muchas veces prefería callárselos. Por su trabajo, Emma sabía que esta no sería la primera y última vez que él estaría alejado, así que tenía que aprender a aguantar sola.

Al llegar al aeropuerto los reporteros estaban ahí. Al bajar del auto, Ashton caminó con ella hasta que se quedaron solos, protegiéndola del flash de las cámaras y cubriéndola con su cuerpo. Registró sus maletas con ayuda de su amigo y llegó el momento de despedirse.

—No tardes en regresar —dijo Ashton cuando la abrazó.

La estrujó un poco más de lo normal, sus brazos alrededor de ella sujetándola firmemente.

—Hey, no me voy por mucho tiempo. Regresaré antes de lo que piensas, puedes aprovechar para ir a Corea y visitar a Chaelin.

—¿Me estás dando vacaciones? —bromeó su amigo, sonriendo sobre su oreja.

—Sí, con sueldo. Así que disfrútalas —respondió Emma, alejándose de él y dándole un beso en la mejilla—. Cuídate mucho.

—Tú también.

Adicta a ti | T.O.PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora