7. Octubre 05, 2015.

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Octubre 05, 2015.



Carlos me ha dejado un mensaje en su ventana: ¿tienes comida?

     Lo pensé mucho a base de puras películas de supervivencia. Digamos que yo le respondo "Sí"; puede pasar que no solo él lea la respuesta, y entonces, con este simple monosílabo puedo poner todas mis provisiones, y mi vida, en peligro. Pero el hecho es que es Carlos y yo sí tengo comida.

     Al final, he terminado no respondiéndole. No sé qué hacer. Me preocupa que la única persona viva que tengo a la vista desaparezca sin más. Temo que se llevará la poca cordura que me queda.

     Voy para el mes, mamá y papá irresponsables, tengo comida y agua pero igual me estoy muriendo. Y ustedes, ¿qué? ¿De vacaciones en Bali? Sería el colmo. (Esto ha sido un garabato mental, lo siento).

     Ahora que lo pienso, ¿se habría alejado Carlos porque no quería que yo lo viera? De ser así, ¿qué esconde? Mmm... Tengo que tantear el terreno; luego me entrarán deseos suicidas si se muere de hambre. Esperemos que no se este muriendo de hambre mientras escribo esto, no sería justo.

     Si Carlos quisiera venirse a pasar el Apocalipsis en este mi fortificado hogar, no me molestaría. Luego recuerdo que su familia ha desaparecido y —se me pasa— me entra un poquito de temor. ¿Podría ser que...?

     Creo que ya no podré dormir.

     PD: he usado los últimos rayos de sol para releer este diario. He notado dos cosas, y una de ellas es que "luego y después" son mis principales muletillas.

     Es curioso cómo mi escritura refleja lo que yo no quiero aceptar: estoy viviendo engañada. Lo más seguro es que no haya un "luego" y un "después".

     Debería estar escribiendo "nada".

JJ

El diario de Josephine JonesWhere stories live. Discover now