20. Noviembre 07, 2015.

1K 159 4
                                    

¿Saben? No sé qué pasó. Juro que ayer subí esta entrada, pero ahora que regresé a la página para subir la que sigue, noto que no está esta. ¿Qué pasó, Wattpad? D:

___


Noviembre 07, 2015.


Me ha lanzado otra piedra con otra nota. Esta me tomó más tiempo descubrirla porque no rompió nada, sólo escuché un sonido seco y pensé en muchas cosas antes de que se me ocurriera ir a revisar la ventana. Muchas gracias, me decía, es bueno ver a otro ser humano sano después de tanto tiempo huyendo de los carroñeros. (Podría estar usted muy equivocado, señor, pero adelante). Él les dice carroñeros, yo: sonámbulos, borrachos, zombis, desahuciados, ganado, entre otros. Una cuestión de estilo. (Adjunto la nota por el valor «sentimental»).

Muchas gracias por la comida. Es bueno ver a otro ser humano sano después de tanto tiempo huyendo de los carroñeros. Por fortuna, el hedor ya se me ha adherido a la nariz. Esto cuenta como una especie de inmunidad, ¿verdad?

 Reitero: estoy solo. Pero no te preocupes, si no te sientes segura conmigo, no te presionaré. Puede ser el fin del mundo hasta dónde sabemos, pero a mí me enseñaron a tratar a las personas con respeto.

Saludos cordiales.

Coen.

     Está bien, lo acepto. No he parado de sonreír. La interacción humana es curiosa, y cuando abunda, huimos de ella; cuando nos falta la buscamos, y ya ni siquiera nos importa si es falsa.

     Pero Coen necesita más que un par de notas bonitas para convencerme. ¡Já!

     Aunque pensándolo bien, con lo fuerte que parece, sólo le bastaría subir hasta aquí, aplicarme la llave 37 (estoy inventando esto) para dejarme fuera de combate y quitarme todo esto que mis padres me han dejado. O peor (no me voy a detener en lo posiblemente peor porque ya saben qué es lo peor cuando escasean tantas cosas y personas). Por suerte solo lo veo a él y aunque no tengo garantía de que esté solo, me da algo de seguridad. No como con los roqueros nazi; esos eran una pandilla de gente loca que más que limpieza andaban en total anarquía por el mundo. Me dio tanto miedo escucharlos que es normal que me sienta tan tranquila con Coen. Siento que con él tengo oportunidad de defenderme. Batazo al cráneo y home run. Además, al ser él humano todavía (espero) puedo usar armas blancas pues la cercanía no representa un verdadero problema; no como en el caso de los zombis, que con un rasguño te mandan a la fábrica de clones y por eso hay que estar siempre pendiente de la distancia.

     O tal vez ya esté contagiado y como Carlos busca un último contacto humano (y comida).

     Ya ni sé qué pensar.

      Es que todos somos zombis sin saberlo. Muchas cosas te pueden devorar el cerebro, y no sólo los podridos dientes de los «carroñeros».

     ¡Por dios, Josephine Jones, ya estuvo!

     Esto de vivir con miedo es una putada (va para ti, mamá).

     Mejor me voy a dormir.

JJ

El diario de Josephine JonesWhere stories live. Discover now