2# Llegada a Madrid

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La casa de mi tía era bastante grande y acogedora de simple vista.

Picamos a la puerta y salió una mujer de aproximadamente 38 años, pelo hasta los hombros, con mechas verdes, bajita de 1'52m, no olvidemos que lleva puestos unos tacones de 8cm con plataforma.

-¡Hola familia cuanto tiempo! Os  he hechado mucho de menos- dice abrazando a mi madre luego a mi hermano, a mi padre y a mi- Mi preciosa Bella que grande estas- me abraza y yo le correspondo. Me caía bien a simple vista, de momento.

Pasamos dentro, la casa era acojedora. Entramos a la sala, era grande con unos ventanales enormes a los cuales daban a un precioso patio interno.

Me siento en el sofá ya estaba agotada por el viaje, cosa que no hice nada comparado con los demás.

-Sara, hermana tenemos mucho sueño y estamos bastante cansados por el viaje, por favor ¿podrías enseñarnos las habitaciones?- dice mamá.

-Primero tenéis que comer algo he preparado la cena.

-Sara dejanos ir a dormir por favor, no quiero morir el primer día en el que vengo de vacaciones, o ¿a caso no recuerdas la última vez que cocinaste?- dice papá recostado en uno de los sofás.

-Por eso mismo he pedido la comida, tranquilo- responde mi tía un poco ofendida y todos empezamos a reír.

-Vale ya basta de dejar a mi hermana en evidencia.

-Como os hechaba de menos- dice mi tía riendo a carcajadas.

Después de cenar subimos al piso de arriba donde habían las habitaciones. No hizo falta compartir ya que sobraba una sin ocupar.

Cuando entré en la habitación que me correspondía me fijé en algunos posters que había. No me lo pude creer mi tía era fan de los anime.

La habitación era de tamaño medio con un balcón, un escritorio al lado y un armario pequeño, era una bonita habitación para pasar las vacaciones.

Salgo al balcón y un fuerte viento me golpea la cara haciendo que se me herizen los vellos de mis brazos. Contemplo durante unos segundos un árbol que llegaba hasta mi balcón, era enorme, desde aquí se veía una gran fuente.

Escucho unos golpes en la puerta y ésta se abre, es tía Sara.

-Cariño te traigo la maleta te la dejaste en el coche.- me sonríe dulcemente. No se parecía nada a mi madre.

-Oh gracias no hacía falta que te molestaras, tía Sara- digo avergonzada por haberme olvidado mi maleta.

-No es ninguna molestia cariño y llámame Sara sólo tengo 37 años aún.- dice divertida.- Buenas noches cielo, te dejo descansar, hasta mañana.

-Buenas noches tí... Sara- corrijo con una sonrisa.

...

Unos rayos de sol me despiertan, miro la hora en mi móvil y eran las 9:13.

Decido levantarme. Cojo mi neceser y mi ropa voy al baño y está ocupado por alguien, bajo al baño de abajo, me ducho tranquilamente disfrutando del agua...Media hora después salgo voy a la habitación me seco el pelo y ya eran las 10:03.

Habren de golpe la puerta y es mi hermano que no pudo ser normal y picar a la puerta como la gente.

-Hola monstruo andante. Te esperamos para desayunar,¡¡date prisa tengo hambre!!- No me ha dado tiempo ni a contestar sale como entró, como un animal.

Bajo y entro al comedor, están todos esperándome para desayunar.

-Buenos días, no hacía falta que me esperarais.

Mi Prohibición ©Where stories live. Discover now