22# En el bosque

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Todo pasa tan rápido que no tengo tiempo de asimilar que sus labios están estampados contra los míos.

Me besa de una forma firme y me sujeta por la espalada, me aferro a sus hombros y le devuelvo el apasionado beso.
Sus labios son carnosos y cálidos.
Su lengua recorre cada parte de mi boca.

Espera, ¿qué coño estoy haciendo? Lo empujo fuerte y me deshago de él, con la respiración agitada cojo mi neceser del suelo y le apunto con el dedo.

-Nunca te atrevas a volver a hacer eso- me giro y salgo corriendo hacia la tienda.

¿Cómo le he podido corresponder el beso?

-Porque te gusta.

Eso no es cierto, ha sido un acto que no he procesado.

-No me niegues que ha sido el mejor primer beso que una mujer pueda desear.

Eso no lo sabría él, nunca.

-A lo mejor se lo cuentas algún día.

Maldito subconsciente, me tiene harta.

Sí, es cierto, ese ha sido mi primer beso, pero nadie lo sabe ni lo sabrá.

Antes de entrar, cojo aire por la nariz y lo suelto por la boca unas tres veces y decido entrar, la única despierta era Sofia que me iluminó con la linterna haciendo que cerrara los ojo.

-Aparta eso Sofi- le digo poniendo la mano al frente, como si eso iba a esquivar la luz.

-Has tardado mucho, ¿dónde te habías metido? por poco y salgo a buscarte.- me dice con la mirada acusadora.

¿Y si nos ha visto? No, no lo creo, mejor que no le diga nada, porque sino gritaría y despertaría a las demás.

-Nada, solo que he hecho una vuelta para despejarme un poco- le digo metiendome en el saco de dormir.

-¿Con quién?- me pregunta de nuevo.

-Con Justin Biber, ahora que he respondido a tu interrogatorio dejame dormir, que mañana tendremos un largo día.

No sé cómo, pero se calló, creo que la dejé pensando en su amor platónico. Me giré hacia Tamara y cerré los ojos muy cansada.

...

Escucho un silbido y me levanto sobresaltada, miro a mi alrededor y todas están durmiendo aún.

Miro hacia fuera y aún es de noche, cojo el reloj y enciendo la linterna, son las cuatro de la madrugada. ¿Qué habrá sido ese silbido?

Sin darle mucha importancia vuelvo a cerrar los ojos, pero siento algo húmedo entre mis piernas y maldigo interiormente.
Pensaba en bañarme en el lago, pero ya veo que eso no podrá ser.

Vuelvo a encender la linterna y cojo mi neceser, suerte que siempre llevo compresas vaya donde vaya, nunca se sabe.

Salgo de la tienda sin hacer ruido y me pongo mis chanclas para dirigirme al baño.

Entro a los lavabos y es lo que me temía me bajó la estúpida regla, y eso que en los cálculos que hice tardaría una semana más, pero como yo no soy normal mi regla tampoco lo es, así que no hay problema.

Salgo y escucho unos ruidos, más bien ¿gemidos? Sigo caminando y me encuentro a Adam con Marina, ella está encima suyo devorandole la boca, y él parece encantado.
No sé porqué, pero me duele mi pecho. Me giro sin que nadie me escuche y vuelvo a la tienda.

Mi Prohibición ©Where stories live. Discover now