Mi Prohibición ©

8# Cambio de planes

No me lo puedo ni creer.

Mi abuelo está en frente mío con globos y ¿regalos?

Creo que se ha equivocado de día porque para Navidad aún faltaba.

Salgo de mi tranze y le abro rápidamente.

-¡Hola preciosa!- exclama mi abuelo abrazandome.

-¡Te he echado de menos abuuu!-le digo aferrándome a él.

-Y yo también cariño- me da un beso en la frente.

Se toca las manos confundido y grita-¡¡¡los globos!!!- me doy cuenta que los ha dejado ir antes de entrar en la habitación.

-Lo siento hija, se supone que eran para ti- me dice triste.

Yo lo abrazo, mi abuelo puede ser muy dramático cuando quiere.

-No pasa nada lo importante es que estás aquí.- le digo.

-Tu abuela me va a matar-me dice nervioso.

La puerta se abre de golpe y veo a una abuela muy enfadada.

-¡Los globos Augusto, te dije que no los dejaras ir!- mi abuela me mira y se le instala una sonrisa en la cara y viene corriendo a abrazarme.

-Oh mi niña que grande estás-me dice cariñosamente. Parece no estar enfadada ya.

Me da dos besos y le mira mal a mi abuelo- Tu y yo hablaremos mas tarde- le dice y sale por la puerta.

Mi abuelo suspira aliviado- De la que me he salvado- dice y me abraza.

-Abuelo lo que no entiendo es cómo as llegado hasta mi balcón- le digo confundida.

-Cariño hay un árbol que se puede escalar perfectamente hasta aquí- me dice orgulloso de lo que ha hecho.

-¿Y no hubiera sido mas fácil entrar por la puerta como la abuela?- me mira mal y contesta:

-Quería darte una sorpresa y lo he conseguido ¿o no?- me mira con cara de "o dices que sí o te quedas sin regalo"

-Claro abu muchas gracias por la sorpresa- le digo realmente contenta.

Eran las nueve así que decidimos ir al salón donde estaban todos.

-Veo que te ha gustado la sorpresa ¿no?- dice papá

-Claro que le tiene que gustar estoy yo- dice mi abu.

-Creído- dice la abuela.

-La cena está lista- avisa Sara.

Nos sentamos todos a la mesa, la cena estaba muy rica, pero no pude comer mucho ya que me zampé un plato de macarrones hace poco.

Los abuelos son de parte de mamá ya que los de parte de papá murieron en un accidente de coche, cuando él aún era un adolescente.

Mi padre aprecia mucho a sus suegros ya que lo tratan como un hijo más.

Pasamos la noche escuchando las largas historias del abuelo.

Cuando el reloj da las doce, nos levantamos para ir a dormir.

Como sobraba una habitación más, los abuelos se instalaron en ella.

Cuando abro el armario para cambiarme de ropa, veo una chaqueta de cuero. Es del imbécil del MCdonals cuyo nombre no sé.
La cojo y su olor es tan a...él, que no me contengo y la huelo. Huele a colonia de hombre.

La dejo en el armario y entro a mi cama ¿cómo se supone que se la voy a devolver?

Ya son las dos y yo aún no tengo sueño. Pasan los minutos intentando dormir hasta que abren la puerta, enciendo la luz y es mi abuelo. Trae con él una manta y una almohada.