53# Bosque azul

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Habían pasado cuatro días y él no despertaba, estaba sentada delante la puerta y cada vez que se abría creía que me dirían que ya ha despertado, pero no. Solo decían que aún no podían dar un diagnóstico concreto por el momento.

Hace dos días Alex me contó su versión y el porqué de su comportamiento conmigo en esa fábrica.

Resulta que Sara lo había contactado para que le ayudara a planearlo todo, al principio se negó, pero terminó cediendo ya que se sentía culpable por haberme hecho todo eso, él sabía que ellos eran sus padres, pero no le dijo nada a Adam hasta que lo hicieron ellos. Por lo que me ha dicho Alex, parece muy poco probable que les perdone, pero yo creo en él y sé que lo hará.

El tema por el que vino Sara y la información que contenía el maldito pen, por mucho que he querido saber de qué trataba me han dicho que era confidencial y no me dijeron nada de nada, solo sé que es por mi bien quedarme al margen de todo eso.

-Creo que debes marcharte- habla con voz rasposa y yo lo ignoro, lleva diciendo eso desde hace más de cinco horas.

Solo estábamos él y yo, todos se fueron a casa a descansar, yo me negaba a irme.

Fui a casa ayer solo para ducharme y volver de inmediato.

-No te hagas la sorda- vuelve a decir.

-Marc, eres un pesado cállate por favor- digo con los ojos cerrados por el sueño y cansancio.

-¿No te has visto en el espejo? Pareces más muerta que viva, Adam no querría verte así- dice y abro los ojos.

-No me voy a ir, vete si quieres, estoy yo aquí, no te preocupes- digo cansada, mi cuerpo estaba entumido por culpa del incómodo sillón.

-Soy su padre, no puedo irme.

-Soy su novia, no quiero irme.

Escucho cómo murmura un "cabezota" pero no tengo tiempo de contestar porque el sueño me ha ganado la batalla.

El doctor sale por la puerta y se dirige a Marc y a mí, que somos los únicos que nos encontramos aquí.

-Familiares de Adam Carl- dice el señor con la bata blanca muy serio.

-¿A despertado ya?- me acerco a él ansiosa por verlo ya, me moría por tocarlo y sentir su blanca piel por debajo de mis dedos.

El doctor mira a Marc y después a mí.

-¿Podemos pasar a verlo?- habla Marc nervioso.

-Es la peor parte de mi trabajo, pero no les puedo engañar- dice y un dolor intenso se apodera de mi abdomen.

-¿Qué pasa?- pregunto aturdida.

-Ha fallecido esta madrugada, hemos intentado todo...- sigue hablando pero no escucho nada.

Ha fallecido, ha fallecido...

-No- digo negando con los ojos llenos de lágrimas- ¡No!- caigo de rodillas y mi vientre duele más- ¡¡Adam!!

Siento manos sujetándome, pero yo no puedo levantarme, no tengo fuerzas para hacerlo.

No, me niego a creerlo, él no puede haberme abandonado de esta manera, no ha podido dejarme, no, él no.

¿Qué haré yo ahora? ¿Cómo podré seguir de pie?

Esto no me puede estar pasando, no, no, no, no, no, no, no, no...

-¡Bella despierta de una jodida vez!- escucho y abro los ojos de inmediato- Es una pesadilla, tranquila- Rayan me abraza y no paro de llorar asustada. Se sentía tan real...
Mi hermano me aprieta más a él.

Mi Prohibición ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora