Mi Prohibición ©

47# Hablar

-¡Bella!- escucho la voz de Rayan y me levanto de golpe.

-¿Qué?- me rasco la cabeza somnolienta.

-Papá ha llamado- dice y abro los ojos de pronto.

-¿Qué ha dicho?

-¡Nos vamos a Roma antes de lo previsto!- grita y veo a Sofia sonreír.
Me quedo sin decir nada.
-¿No estás contenta?- pregunta mirándome confundido.

-No... es que... ¿porqué?

-No lo sé, me ha dicho que era sorpresa, nos vamos dentro de una semana, pero volvemos a casa mañana, me acaban de mandar los boletos- se levanta sonriendo- Prepara la maleta nos vamos- y sale cerrando la puerta.

-Bella... ¿estás bien?- se sienta a mi lado y yo no puedo reaccionar hasta que pone una mano sobre mi hombro.

-Sofia no estoy preparada para volver- la abrazo con fuerza.

-No puedes estar escondida para siempre- se separa y me da una sonrisa.

-Ven con nosotros- digo suplicante.

-Me encantaría, pero sabes que me tengo que ir a visitar a los abuelos- dice acariciando mi mejilla. Era cierto, ella se iba con su madre a pasar verano a París.

-No sé si podré soportar Roma sin ti.

-Tú siempre puedes- me coge de la mano y me hace levantar.

...

Abrazo a Arón y me revuelve el pelo.

-Te echaré de menos prima.

-Yo también primo- le sonrío y abrazo a Laia.

-Muchas gracias por todo y perdona las molestias- me despego de ella y ella me sonríe con cariño.

-No vuelvas a decir eso, han sido los mejores días- vuelve a abrazarme- Vuelve pronto.

-Espero que tú también nos vengas a visitar con Arón- digo y cojo la maleta.

-Claro que sí.

Espero a que Rayan y Sofia se despidan y caminamos por el largo pasillo que lleva al avión.

-Ha sido muy divertido estar aquí- dice Rayan mirando por la ventana del avión.

-No me extraña, has estado ligando cada vez que salíamos- ataca Sofia que está furiosa por no quedarse con el sitio de la ventana después de una larga discusión.

-¿Celosa?- dice él burlón y ella suelta una carcajada.

-Callaros ya me duele la cabeza- sujeto mi cabeza adolorida, bastante tenía con pensar en quién me esperaba en mi ciudad.

Estas dos semanas han sido muy reconfortantes, pero en ningún momento he estado bien, no he estado bien, nada bien.

Después de una hora de vuelo los dos están dormidos y yo no puedo parar de retorcerme en mi asiento por los nervios.

Solo faltan dos horas y mis párpados caen rendidos.

-Levanta Bella- dice Sofia y despierto- Faltan quince minutos para aterrizar.

Me incorporo de inmediato y parpadeo viendo el reloj.

-No paraste de roncar- se burla Rayan y lo miro mal.

-Es mentira- digo y me vuelvo a poner el cinturón.

Al bajar y pasar a recoger las maletas veo a papá y mamá esperándonos con una gran sonrisa.

Dejamos a Sofi en su casa ya que sus padres habían llegado hace un par de días y nos vamos camino a casa.

Saco el móvil de mi bolso y lo miro por un buen rato hasta que lo vuelvo a guardar. No lo he encendido desde hace dos semanas y tengo miedo de hacerlo, no estoy preparada para enfrentar lo que está pasando.