48# Sí

7.5K 491 55
                                    


Entramos a casa y no hay nadie.

-Se han ido al teatro- le digo a Sofia y nos dirigimos a la cocina.

Nos preparamos unos bocadillos y nos sentamos en la mesa.

-Espero que algún día se solucionen las cosas- dice mi amiga.

-Eso no cambiaría nada- bebo de mi zumo y cambiamos de tema, me explica dónde irán después de visitar a los abuelos.

...

-¡Noooo!- escucho a Rayan gritar en la planta baja y bajo corriendo.

-¿Qué pasa?- veo a mi madre con el teléfono en la mano y me asusto.

-Para de dramatizar- dice papá mirando a Rayan enfadado.

-¿Qué pasa?- vuelvo a preguntar.

-Ha habido un problema en la compañía aérea y nos retrasan el viaje- dice mamá y trago duro.

-¿Cuánto?- pregunto asustada, no podía quedarme por más tiempo.

-Cinco días- dice Rayan y estoy a punto de gritar un "no" cuando mi padre me fulmina con la mirada y me trago el grito.

-¿No se puede hacer nada?- digo triste.

-No, ¿pero qué más da chicos?- dice mamá- que vayamos unos días después no cambia nada- dice y yo me muero por dentro.

Llevo sin salir desde que hablé con Adam, hace tres día y no ha parado de enviarme mensajes y llamarme todo el rato. Mamá estaba encantada con el ramo de rosas que encontraba cada mañana delante de la puerta de casa, pero yo ya me estaba cansando.

No podía parar de pensar en él y me odiaba más por ello.

Cinco días más eran una tortura.

"Te amo"

Esas palabras me tenían desquiciada, no paraba de pensar en ellas y preguntarme qué es lo que siento por él. ¿Qué sentiría por un mentiroso y manipulador como él a parte de odio, rabia y dolor?

Me sentía débil y no mejoraba mucho y es que con cada día era peor, mi falta de apetito ha alertado a mis padres y eso hace que se pongan cada vez más pesados.

Después de que mis padres salieran con Rayan a comprar. Escucho el timbre y abro creyendo encontrarme con Rayan que seguramente se ha  dejado algo, pero no, no era él.

Intento cerrar la puerta, pero me lo impide poniendo el pie en medio.

Abre la puerta y yo me aparto, cierro los ojos al oler su aroma mientras cierra la puerta detrás de él.

Abro los ojos y está peligrosamente muy cerca de mí, quiero hablar pero no puedo ¿qué está pasando aquí?

-Bella...- acerca su mano a mi mejilla y su tacto me hace arder, pero sus manos parecen hielo que me hacen estremecer al mismo tiempo- ¿Cómo estás?

-Bien- digo y lo miro a los ojos al fin, esos ojos por los que he estado loca.

-Mentir es malo- dice y sonrío amargamente.

-Fingir que te importa también- me aparto de él inmediatamente.

-Escúchame, es lo único que te pido, que me escuches- hace una pausa desviando la mirada a sus pies y continúa- Después, si sigues queriendo que me vaya, solo me lo tendrás que decir una vez y no volverás a verme ni en pintura.- lo dice con la voz entrecortada, como si esas palabras le dolieran en el alma.

-Muy bien- digo caminando hacia el salón- Terminaremos antes de lo que creía- sonrío para disimular el gran nudo formado en mi garganta- Habla- me siento en el sofá y él hace lo mismo en el sillón de enfrente.

Mi Prohibición ©Where stories live. Discover now