Owari no Seraph "Melody of the end"

Capítulo 18

Parte 2

"Recuerdos"

Dentro de un lugar poco reconocible, Sumire recorrió el lugar esperando encontrar algo que le digiera su paradero, el lugar era de un azul cielo que se iba degradando, comenzó a caminar entre la niebla un tanto insegura, sin embargo, unos pasos después dejó de caminar, una voz familiar hizo que se detuviera, no era la voz de Tsuki, la voz era más madura y cálida; con el corazón encogido la chica giró lentamente su cabeza al escuchar su nombre.

- Has crecido mucho Sumire - dijo la persona perteneciente a aquella voz.

- ¿¡Mamá!?- dijo Sumire con lágrimas en los ojos.

La chica no se atrevió a acercarse, Elliot le había dicho algo que aún le dolía, una verdad que aún no aceptaba, la mujer la observó y con lágrimas que escurrían lentamente te por sus mejillas le dijo a su todavía joven hija unas palabras que ayudarían posiblemente a su hija.

- Lamento no haber podido ayudarte, puede que pienses que ahora de manera diferente sobre mí, pero... siempre te he querido, tenlo en cuenta, siempre estoy a tu lado...lo siento...por no ser la madre que necesitabas- dijo la mujer observando con nostalgia a Sumiré.

- Pero...¿Qué estás diciendo?- dijo Sumiré viendo el rostro de su madre, su cabello era oscuro y sus ojos de un azul rey, como siempre su cabello era corto, tanto que no llegaba a tocar sus hombros, al verla recordó algo que hizo que saliera corriendo hacia ella, una pelea de aquella mujer con su verdadera madre, había gritos en toda la casa, la pequeña Sumire de menos de cinco años se encontraba aterrorizada mientras sostenía en su mano una caja (la cual encontró después de mucho tiempo con Mikaela), a la que ahora se hacía llamar su madre, con han furia le reclamaba a su hermana en aquel entonces sobre lo que le estaba haciendo a su hija, sin dudarlo tomó a la niña de su mano y salió de la casa mientras que la otra mujer trataba de ponerse de pie después de un golpe que le dio su hermana. Sumire se preguntaba el cómo podía haber olvidado eso, tal vez por la poca edad que tenía, aunque eso no la justificaba, después de ahí su vida fue como la de cualquier persona. Entre lágrimas en los ojos abrazó a la que ella tomaba como su verdadera madre, la mujer le acarició su cabeza mientras lloraba con la chica, sabía que no le quedaba mucho tiempo.

- Sumire, los vampiros nos ayudaron, sin ellos probablemente hubieran experimentado contigo de otra manera los humanos, tal vez como con aquella niña, sé que no fue la mejor opción...y que de todas formas seguiste sufriendo y que aún no puedo ser la madre que deberías merecerte- dijo entre sollozos la mujer.

- Te equivocas, sin ti...yo...yo no hubiera podido conocer gente que ahora me quiere...Tsuki, Mika... Y ahora mi nueva familia, tu hiciste todo lo que mi verdadera madre no pudo hacer, me alejaste del experimento en el que estaba metida ¡No has hecho nada malo! -dijo Sumire llorando desconsoladamente mientras abrazaba con todas sus fuerzas a su madre. La mujer sonrió y comenzó a esfumarse al igual que todo el lugar, dejando a Sumiré con la sensación de aun estar abrazándola, su vista se dirigió al cielo tratando de observar algo ya extinto.

- Despierta Sumire -la voz de Tsuki se escuchó mientras la chica sentía que comenzaba a recuperar el conocimiento...

Al abrir los ojos, se encontró con el caos que aún se estaba incrementando, aun observaba perdida todo, sin embargo, supo que estaba siendo detenida por Mikaela, Sumiré se sonrojo un poco y trató de hablar, pero un dolor en su garganta se lo impidió.

- Vaya ya ha despertado, toma esto Mikaela, la ayudará a que sanen esas heridas a pesar de estar aquí- dijo Aarón entregándole un pequeño frasco con el líquido lila tan familiar para Sumire.