You're SWEET [JiHan]

Capítulo 14: "¡Corre!"

Capitulo 14

-¿Por qué su cara me es familiar? –Aquella figura elegante y femenina buscaba en su tableta algo, pero aun no podía saber qué o por dónde empezar. Su primer plan resultó exitoso, de eso estaba segura. Suspiró inflando sus mejillas encaprichadas y dejó el aparato para entrar en la cocina. -¡YuYoung! ¿En dónde está mi ensalada? Muero de hambre.

-Estaba a punto de llevársela señorita. –contestó la mujer volteándose con la bandeja en las manos.

-Cada día te vuelves más inútil, ¿quieres que te despida? ¿Eso quieres? –la mujer la miró con temor.

-No señorita, lo siento mucho. –aun con la bandeja en las manos, se reverenció tan abajo como su espalda se lo permitió, sabía que ella la dejaría así hasta que se cansase, pero solo la muchacha miró toda la habitación hasta que encontró al cocinero leyendo una revista desinteresadamente.

-¿Y tú que tanto lees? –con sus garras sacó la revista de las manos del cocinero y bufó molesta. Era tan típico de ella llamar la atención de esa forma. – YuYoong, llévame la ensalada a mi habitación y más vale que este ese yogurt allí.

La mujer dejó rápidamente la bandeja en la mesada y corrió de allí luego de ver a su jefa salir de camino a su habitación. No había yogurt en la casa y debían ir a comprar o se quedaría sin trabajo, la señorita de esa casa siempre hacia lo mismo, les pedía lo que ella misma sabía que no tenían solo para fastidiarlos.
Ahora bien, esa cara de ángel escondía un alma negra e interesada que se sentía frustrada por no encontrar la pieza faltante a sus planes así que entró en su habitación luego de azotar la puerta de esta y se enfureció más al encontrar la revista del cocinero en sus manos. Gruñó como si eso fuera la causa de todos sus pesares así que quiso romperla en mil pedazos pero, para su gran sorpresa, en aquel papel brillante una nota en letras amarillas se expresaba.

"20Knights, el café que todos quieren visitar. Entrevista exclusiva a la celebridad culinaria del momento."

Recordó que cierto mocoso iba a ese café todos los días por una hora, a una especie de clases de apoyo y en el club había escuchado hablar de ese café a todas las noonas –casadas o solteras- que halagan ese lugar en particular. Algo que hizo clic en su cabeza, la llevó hasta las páginas en donde estaba dicha entrevista, había fotos del lugar, del dueño que andaba con Chan en las montañas y luego, un rostro posando en medio de aquella limpia y desinfectada cocina.

Sus ojos se abrieron tanto, que sus cejas se alzaron y arrugaron su frente. Rápidamente leyó aquel nombre y las campanas de la victoria sonaron. Soltó la revista que cayó al suelo como el pedazo de papel que era tapándose la boca. Fue hasta su gran armario y busco en el estante de los bolsos su billetera, de allí una tarjeta en fino papel seleccionado y ese perfume que aun recordaba, la encontró y tomó el teléfono.

-¿Hola? Espero que me recuerde, usted me dejó su tarjeta en una tienda de Channel en Paris mi nombre es Park EunYoon.

-Dime querida, no tengo todo el día.

-Mire, encontré a su nieto. El que dijo que estaba perdido, se llama Hong Joshua y es chef de una cafetería a la cual recurro mucho en el centro de Seúl. ¿Sabe? Es muy famoso aquí en el club por sus pasteles y está en el artículo de una revista culinaria.

-¿Cómo sé que puedo confiar en ti, niña? –la mujer del otro lado sonó serena.

-Oh, no se preocupe señora Hong, todo fue gracias a mi hermano. Lo presentó como mi futuro cuñado y fuimos a vacacionar como la familia que somos, allí saqué unas fotos desde luego sin que se diera cuenta de nuestro contacto. –el silencio que rondó por un minuto en esa conversación se hizo eterno.