You're SWEET [JiHan]

Capitulo Final

Capítulo Final

—Chan, ya no llores...

Jeonghan secaba las lágrimas de su hermano pequeño en la habitación en la cual estaba arreglando su traje para casarse; este solo se fue de allí con su padre que lo esperaba en la puerta. Era un día de verano, de esos en los que quieres salir a disfrutar del sol cuando lees un buen libro y la boda se estaba por celebrar en una casa privada a la orilla del mar.
Desde la ventana del pelilargo la luz de la tarde entraba calentándolo todo, las cortinas blancas danzaban con la brisa marina que llegaba desde el mar. Se vió en el espejo, estaba perfecto, tan intachable que le daba asco su propio sentido del honor mientras Chan, lo observaba sentado en un sillón barroco blanco que hacia juego con toda la sala.

Esa casa, estaba más a o menos a doscientos kilómetros de la ciudad en la que vivían, todo el mundo estaba allí apoyándolo, pero no dejaba de ser una ceremonia sencilla. Por alguna razón, el que estuviera su padre allí junto a sus amigos, era motivo de celebración pero él no se sentía feliz.
Hansol no pudo llegar a la boda, aún estaba cuidando de Joshua que alegremente había despertado. Estaba tan feliz por él.

Tal vez el destino lo quería de esa forma, tal vez solamente fue un amor pasajero que nació de una mirada, luego se fortaleció con un beso y se concretó con un ataque de valentía de ambos. Sonrió ante aquellos recuerdos, pensó que eso solo pasaba en las películas o en las novelas de ficción pero al parecer si ocurría en su mente. Un pecado era pensar en tu único amor antes de casarte con un viejo amigo. Maldito sea el destino que los cruzó en aquella esencia dulce.

—Deja de pensar en eso y mira a tu alrededor... —Wonwoo entraba perfectamente con su traje negro a la habitación, sacándolo de sus pensamientos al citar aquellas palabras que su amigo le había dicho el primer día de su llegada. —Me lo vas a agradecer. Espero.

—Y nunca me lo agradeciste idiota. —Jeonghan quiso bromear pero su temperamento era mayor. —Te ves guapo.

—Tú también, aunque no se te ve un novio feliz. Y creo saber el motivo de ello. —el menor se acercó y tocó el pecho de su mayor con el dedo. —Aun estas a tiempo...

— ¿A tiempo de qué?

—De poderle decirle que lo amas. —Wonwoo acomodó el cuello de la camisa de su mayor con una media sonrisa al ver como el pelilargo lo miraba con un signo de interrogación en el rostro. Tomó la bolsa que traía en sus manos y la abrió, dejando entre las manos del pelilargo una bufanda con unas iniciales bordadas en las puntas. —Sé feliz.

La boda no se celebraría en la playa como buen cliché, sino que esta vez lo harían en el salón de baile que tenía la casa. Una habitación enorme que tenía unos ventanales semejantes a la pared que daban a la vista del mar. Todo era sencillo como lo había pedido Jeonghan, solo unas pocas personas en las personas cercanas a lo que nació un otoño lluvioso, suspiraban porque no quedaba más que aceptar lo que allí pasaría.

— ¿Por qué tienes esa cara Profesor Kim? —Wonwoo volvía de la habitación de Jeonghan y ahora le sacaba un rastro de pelusa, que estaba, sobre las solapas del traje de Mingyu.

—Esos japoneses de allí son bastante reacios y mal educados, ya no me caen bien. —Mingyu hacia un puchero, dejando que el de menor estatura soltara una risita divertida.

—Sigues siendo un niño, no les hagas caso. Después de todo, son iguales a Takeshi.

— ¿Y a ti como te fue?