» Capítulo 33

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La primera reacción de Harry al hallarse desnudo y con una erección clavada en la espalda de la chica en frente suyo fue lamentarse porque sí, quisiera o no, borracho o no, había traicionado a Louis.

Las personas usualmente confesaban su error y seguían adelante, por alguna razón Harry hizo todo lo contrario, dejó que las cosas siguieran su curso y se seguía viendo con la chica, ¿había habido más encuentros sexuales? La respuesta era sí.

Harry no comprendía por qué le era tan difícil no sentirse culpable, porque no lo hacía en absoluto, amaba a Louis, pero le encantaba lo que Aliaa le ofrecía, ¿era porque era más atrevida o más experimentada? Harry no lo sabía, la chica no tuvo problema cuando Harry le dijo que estaba en una relación, definitivamente había ganado puntos extra por eso, Harry lo agradeció mentalmente, no quería más drama en su vida.

Y aunque le costaba aceptarlo, poquito a poco sentía perdía el interés en Louis, ¿qué le estaba pasando?

»»»

Louis estaba en absoluta negación con respecto a la reacción que obtuvo de Harry cuando lo llamó súper emocionado a decirle que también iría a Manchester, se escuchaba cansado y sin ganas, ¿podría atribuirle su reacción eso? Louis trataba de excusarlo en su mente de mil maneras.

—Cielo, ¿ya tienes todo listo? Dan no demora en llegar —anunció su madre desde la planta baja.

Ese día era domingo y partiría a Manchester, Dan lo llevaría, para ser más precisos. La noche anterior había tenido una cena muy cálida con su padre en un restaurante muy bonito, Mark de verdad estaba mejorando, incluso había recuperado su antiguo trabajo, Louis sabía que no podían cambiar el pasado, pero aún seguía siendo su padre, aún seguía llevando su sangre, era algo irremediable.

Bajó con su bolso colgado en la espalda y una cajita pequeña con fotos y recuerdos que definitivamente sabía que extrañaría al estar lejos, Jay había estado algo sentimental los últimos días y con razón, su único hijo se iría por un tiempo de casa. Louis también la iba a extrañar y de paso a su perrito que estaba creciendo tan rápido, ¿ahora quién cuidaría de él?

—Hey, ya llegué —anunció Dan con una sonrisa y con las llaves del auto en la mano—. ¿Estás listo? —preguntó hacia Louis quién asintió con una sonrisa tímida.

—Ha estado toda la semana empacando cosas súper paranoico, no creo que haya olvidado algo —dijo Jay riendo. Louis soltó un suspiro.

—Bien, no hay tiempo que perder, vamos —dijo sonriente y con la ayuda de Louis comenzaron a subir sus pertenencias al baúl del auto, una vez listo todo Dan lo encendió mientras Louis se despedía de su madre.

—Promete que me llamarás, Louis —dijo Jay acariciando su mejilla.

—Lo haré cuando tenga tiempo, mamá —dijo sonriendo. Jay sonrió orgullosa mientras unas lágrimas bajaron por sus mejillas.

—Eres mi único hijo y estoy tan orgullosa de ti, bebé —dijo Jay y Louis se contuvo de rodar los ojos ante el cariño—. Te voy a extrañar muchísimo, cuídate, ¿sí?

—Lo haré —prometió Louis con una sonrisa inclinándose para abrazarla, su madre mojó un poco su camisa con sus lágrimas.

—Te amo —dijo Jay besando su mejilla sonoramente. Dan los veía con una sonrisa desde el auto.

—Y yo a ti, má —respondió Louis con una sonrisa antes de dirigirse al auto subiendo en el asiento del copiloto.

— ¡Conduzcan con cuidado! —exclamó Jay con una sonrisa y aún lágrimas en su rostro. Dan asintió y Louis le dio una última sonrisa antes de que el auto comenzara a andar.

— ¿Emocionado? —preguntó Dan con una sonrisa. Louis asintió—. Bien, Manchester aquí vamos.

»»»

Una hora y un poquito más después, un Louis casi dormido y hambriento y Dan que conducía tranquilamente se dirigían al campus de la universidad donde una habitación esperaba por él, muy seguramente compartiría con alguien, esperaba llevarse bien con su compañero(a) de habitación porque convivir y llevarte mal con una persona cerca de seis meses no era opción.

—Ya estamos llegando —dijo Dan sonriendo, Louis asintió y se acomodó un poco su flequillo, estaba un poco despeinado.

Al llegar al campus buscaron las habitaciones y a Louis le entregaron sus llaves en Recepción, luego de eso Dan lo despidió con un abrazo y con la confianza de llamarlo cuando necesitara cualquier cosa, honestamente él agradecía que su mamá haya encontrado a alguien como él.

Louis se dirigió a lo que sería su habitación y era bastante grande a lo que él esperaba, tenía un baño, dos camas, muy cómodas, por cierto y una pequeña cocina y un mini-refrigerador, estaba más que encantado. Decidió acomodar un poco su ropa, a decir verdad tendría bastante tiempo libre, había llegado unas dos semanas antes para conocer un poco la universidad en general, sus clases oficialmente comenzarían en unas semanas más.

Mientras acomodaba un poco en el armario, ¿debería llamar a Harry y decirle que había llegado? ¿Por qué se lo cuestionaba siquiera? No, no debía llamarlo, debía tomar un taxi hasta el apartamento e ir a verlo, eso haría. Tomó su cartera y las llaves de la habitación y se dirigió a la salida de la universidad para tomar un taxi, casi 20 minutos después, estaba llegando al apartamento, afortunadamente el vigilante lo reconoció y lo dejó entrar.

Tocó la puerta y fue Matt quién abrió con una sonrisa tímida y le dio un corto abrazo.

— ¿Estás solo tú? —preguntó Louis buscando a Harry disimuladamente.

—Ohh no, Gems está también, se está bañando por cierto —dijo Matt cerrando la puerta detrás de Louis.

— ¿Y Harry?

—Acaba de salir hace un rato —dijo Matt lamentándose—. Creí que te lo habías encontrado, por un momento.

—Oh no, yo acabo de llegar.

— ¿De Doncaster? —preguntó Matt tomando asiento en el sofá. Louis asintió—. Vuelvo en un momento —dijo Matt, Louis asintió fijando su vista en la televisión, ¿por qué sentía que había algo extraño allí?

Escuchó susurros y cuchicheos desde la habitación de Gemma y luego la puerta del apartamento abrirse, Harry venía sonriente y radiante, muy diferente a cómo había respondido a su llamada aquel día, y no solo eso, una chica preciosa apareció detrás de él, la cara de sorpresa de Harry fue increíble, no parecía ni un poco emocionado de verlo.

— ¿Es él? —pregunto Aliaa analizándolo. Harry asintió.

Eso era todo, ¿quién demonios era ella y por qué venía tan sonriente con Harry?

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