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» Capítulo 4

Johannah sonrió cuando por fin vio el anuncio que decía que ya estaba oficialmente en Holmes Chapel, por fin vería a su pequeño, a pesar de todo, Louis siempre iba a ser su bebé y eso no iba a cambiar por más errores y locuras que él cometiera. Estacionó en el primer parque que vio y tomó su teléfono para marcarle a Louis, eran aproximadamente las tres de la tarde, si se apresuraba llegarían con suerte y sin contratiempos a eso de las cinco a Doncaster.

Rápidamente marcó el número de su hijo y a los dos timbres él contestó.

— ¿Mamá?

—Ya estoy aquí, William. Dame la dirección de donde estás.

— ¿William? ¿Aún sigues enojada? —preguntó el pequeño haciendo un puchero al otro lado de la línea, aún se sentía mal.

—Mucho, Louis. Ahora dame esa dirección, rápido —apresuró la mujer.

—Ya va —dijo Louis—. ¿Anne?

— ¿Sí, cariño? —Jay pudo reconocer la voz de una mujer adulta.

— ¿Cuál es la dirección de esta casa?

— ¿Para quién? ¿Ya te vienen a buscar?

—Sí.

—Oh, y yo que quería adoptarte —sonrió la mujer y rió.

Harry presenciaba la escena algo ¿triste?, ya se iba Louis, tan pronto y él quería que se quedara, le gustaba hacerlo sonrojar cuando le decía "Precioso" y también hacerlo enojar con sus bromas pesadas. A Harry comenzaba a caerle bien ese chico.

—Bien es, 19 London Road, Holmes Chapel, Crewe, Cheshire CW4 7BG —dijo la mujer.

Louis repitió la información para su mamá quién colgó avisando que ya había empezado a manejar de nuevo, llegaría en aproximadamente veinte minutos sino se extraviaba. Louis deseó que lo hiciera lo cual era muy cruel tratándose de su propia mamá.

— ¿Y quién viene por ti pequeño?—Anne habló desde la cocina preparando chocolate caliente ya que venía una visita.

—Mi mamá —dijo Louis tristemente.

Harry lo notó y se sentó a su lado tomando su mano por encima de la isla, Louis sonrió y se sonrojó a la vez cuando Anne apagó la estufa y giró encontrando a Harry sonriendo para Louis mientras el menor estaba sonrojado. Miró sus manos juntas y sonrió, ella sabía sobre la sexualidad de Harry, no tenía problema con eso.

Anne sirvió chocolate para todos y Louis lo tomó nervioso, pensó en volver a casa, no quería volver a casa con su papá ahí.

—Harry, ¿podemos hablar? —dijo la mujer, le guiñó un ojo a su hijo y él soltó la mano de Louis siguiéndola. Al llegar al patio trasero la mujer estaba sonriendo y Harry río.

— ¿Qué pasa? —habló Harry.

— ¿Te gusta Louis no es así? —Anne sonrió, ella conocía a su hijo.

—Creo que ya tienes tu propia repuesta a eso, mamá.

—No, está bien, cariño. Pero como ves él no es de aquí y tiene que irse.

— ¿Y? Fue bueno mientras duró —Harry se encogió de hombros.

— ¿Lo vas a dejar ir así de fácil? —Anne cuestionó sorprendida.

—Tu sabes más que nadie que nunca he tenido una relación sería, mamá.

— ¿Y? ¡Por eso te lo digo! ¡Ese chico que está ahí dentro —señaló la casa—, es una buena opción para tener una relación seria, Harry!