» Capítulo 5

23.7K 1.9K 2.8K
                                    

Habían trascurrido tres días desde que Louis volvió a casa y Harry estaba muy ocupado, según él, como para siquiera dedicar 30 segundos de su tiempo a escribirle un simple "Hola" a Louis, porque sí, eso te tarda el escribir y enviar un mensaje: 30 putos segundos.

Harry había olvidado por completo tomar su celular y a la vez tenía miedo de hacerlo, no sabía que iba a encontrarse allí. Le había hecho promesas a Louis, y ahora que pensaba bien las cosas no sabía si podría cumplirlas, la distancia: su mayor problema. Ese día en la fiesta el alcohol hizo sus efectos y Harry olvidó todo por unas horas y por supuesto, Stacy no perdió oportunidad y al día siguiente estaban ambos desnudos en la cama de la rubia y Harry no se molestó, si había llegado allí era por algo, nadie lo había obligado a introducir su pene en la vagina de la chica, obviamente.

Louis le había mandado infinidad de mensajes a Harry y este obviamente no había respondido, Louis se sintió decepcionado y apenas era el tercer día.

»»»

— ¡Lou, baja a desayunar! ¡Te tengo una buena noticia! —gritó Jay, desde la cocina y Louis terminó de medio acomodar su desordenado cabello y bajó las escaleras con cautela.

Su papá no había aparecido en esos tres días, desde su llegada y estaba feliz, su plan había salido a la perfección o al menos eso creía.

—Bueno días, mamá —dijo Louis, sentándose en la mesa y leyendo el periódico, un montón de mierda en el mundo cada día. Nada interesante, por supuesto.

—Buenos días, Boo —saludó Jay, besando su cabello.

—Mamá... —advirtió Louis, ya estaba grande. Ya tenía 16 años, no tenía por qué seguir diciéndole así.

— ¿Qué ocurre, cariño? —esta contestó yendo a la cocina por el desayuno.

—No quiero que me digas más Boo —dijo Louis.

Un plato cayendo al piso se escuchó. No podía ser cierto, no había dicho nada malo.

Jay corrió hasta la mesa y se sentó a su lado mirándolo. Louis de verdad pensaba que su mamá era muy dramática.

— ¿Qué está mal contigo, mi amor? ¿Algo pasó en esa casa? ¡Lo sabía! —la mujer comenzó a llorar. Louis rodó los ojos.

—No, no me pasa nada. Simplemente ya estoy grande y no quiero que me sigas diciendo Boo, es todo, mamá —este bajó la mirada apenado.

— ¿Grande? ¿Louis, grande? ¡Pero si tienes 16 a penas, eres un bebé aún! —protestó Jay limpiándose las lágrimas. 

—Estoy grande mamá, acéptalo. Ahora, ¿qué es lo que ibas a decirme?

Jay secó sus lágrimas y habló:

—Louis, tu papá está en un centro de rehabilitación para alcohólicos —dijo Jay y Louis se sorprendió.

— ¿Qué Mark, qué?

—Louis... es tu padre —la mujer advirtió por segunda vez.

—Sí, sí. Ahora dime, ¿por qué está en rehabilitación?

Jay suspiró negando con la cabeza y prosiguió:

—Al parecer cuando nos fuimos lo encontraron en la calle ebrio y yo dije que me haría cargo de él, dijeron en la policía que necesitaba rehabilitación y creo que está bien.

— ¿Es mucho dinero? Dime la verdad, mamá —dijo Louis.

—No, Boo, no lo es —Louis la miró entrecerrando los ojos—. En serio que no lo es, además te tengo otra noticia.

Photograph Where stories live. Discover now