♪Caminando junto a un idiota cumpleaños oh sí♪

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♪Caminando junto a un idiota, cumpleaños oh sí♪

Despertó sobresaltada por el timbre que le indicaba su regreso a las aulas de clase.
Se estrujó los ojos incorporándose de sus minutos de ensoñación, vagamente recordando algunos Flashbacks de su anterior sueño.

Se levantó lentamente, no tenía ánimos de ver otra clase como la de antes así que, se decidió por meter una excusa a la Tutora para que la dejáse marchar antes de tiempo.


La tutora Olga, la recibió con una sonrisa poniéndo en orden una pila de papeles mientras un alumno le esperaba en el banquillo.

—Buenos días querida ¿Qué va mal?— preguntó Olga dirigiéndose a ella finalmente.

El chico que aguardaba por la atención de la tutora, fijó su mirada extraña en Tessa, pues, al parecer llevaba rato esperando su turno como para que ella viniése de buenas a primeras a colarse así.

—Oh perdón, sigues tú— se dirigió a él señalando al escritorio en muestra de que le cedía el puesto.

El chico de ojos oscuros la.miró un tanto apenado y, se enderezó en su asiento haciendo una negación con la cabeza.

—No, no, para nada, las damas primero.

«Siendo así» se dijo Tessa encogiéndose de hombros.

—Buenos días, pasa que me siento algo...indispuesta ¿Podría retirarme?— se dirigió a Olga esta vez.

La tutora la miró por encima de sus inmensos lentes de montura oxidada para luego asentir.

—Sí, cariño, vē tranquila— la despachó sin más.

Tessa se volvió hacia la puerta y, salió airosa por su actuación, gracias a Dios, la tutora le había otorgado ese permiso, ella no quería seguir ahí además de que así se evitaría un encuentro con Roger.

Caminó hasta la salida cuando...

—¡Hey! Espera!

Se giró para observar al mismo chico que le había cedido el puesto minutos antes. «¿Y ahora qué?» se preguntó fatigada.

—Así que...algo ...¿Indispuesta?— instò éste a penas estuvo cerca de ella.

—Supongo— respondió tajante

—Soy Harry— se presentó sonriente.

—Tessa— contestó alcanzando su mano en modo de saludo.

—Bueno, nos vemos— se despidió con un beso en la mejilla.

Ella asintió volviéndose para retirarse finalmente. Si Olga llegáse a verla todavía deambulando por allí, no dudaría en echarla de patitas pero, no en la calle sino en el aula de clases.

Estuvo a punto de lograr su cometido , entonces, algo más pasó.

—¡Tessa!

«Oh, oh» pensó al oir el llamado de su acosador personal. ¿ a caso era de verdad que no tenia limites? Ella solo quería un día de paz ¡Por amor al cielo!

TESSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora