Los fantasmas regresan

23 2 0
                                    

Los fantasmas regresan

Oyó los gritos desde el piso inferior y, se decidió a bajar finalmente.

A penas llegó al borde de las escaleras, notó como el pequeño cuerpo de Tessa recibía impacto tras impacto de ese desgraciado.

—¡¿Qué haces?! ¡Deténte!— gritó ella horrorizada.

Collins se giró sobre sus talones y, la miró con furia.

—¡Esto no es contigo! ¡Sube ahora!— masculló con rabia en su dirección.

—¡Estás enfermo! ¡Suéltala!

Ella la miraba y, no podía creer como era que esa pequeña podía aguantar tanto maltrato y peor aún ante esa escena se preguntaba: «¿Qué hago aquí?»…
Decidida a proseguir en ayuda de Tessa se dirigió hacia ellos sin titubear, pues, ¿Qué otra cosa iba a hacer? Ya había llegado hasta ahí.

—¡¿Qué...?! ¡Yill sube ahora!— bramó Collins en su dirección.

—Estás ebrio idiota, mejor desaparece, o sino...

Él le dirigió una mirada en amenaza y, ella se quedó muda ante su expresión.

—¿O si no qué?— retó suspicaz.

—Llamaré a la policia.

Collins bufó audiblemente.

—"Llamaré a la policia"—Se rió burlón—¡Ja!

Yill se volvió hacia Tessa quien tosía y, escupía sangre.

—Necesitas un médico—susurrò para ellas.

—¡Yill! Vén aquí— le llamó el hombre desde las escaleras—Te traje aquí para satisfacer mis necesidades no las suyas.

—Claro, tienes razón cariño. Iré en un momento.

Cedió ante su petición, comprendiendo que la única forma de ayudar a Tessa era seguirle la corriente a Collins.

Éste subió las escaleras susurrando cosas inentendibles. Yill tomó su celular y, marcó un número rápidamente. Mientras limpiaba la sangre del rostro de la –no tan pequeña– Tessa.





Unas horas después Tessa se encontraba en un hospital. A penas despertó notó como su abdomen ardía y dolía en gran manera, hizo una mueca de dolor intentanto mantener la calma , fué entonces cuando vió un rostro familiar acercándose a su camilla.

—¿Estás bien? ¿Cómo te sientes?

Roger lucía preocupado y angustiado por ella pero, eso poco le importó.

—¿Bien? ¡¿Cómo te atreves a venir aquí?! Tú tienes la culpa de todo, no debí seguirte el juego...sabía que algo así podría pasar, él es un monstruo! Había pasado tiempo desde que no me pegaba! ¡Todo es tú culpa! ¡Joder!.

Él se quedó mirándola fijamente.

—Descansa. No debes alterarte— susurró lo más pacifico que pudo, mientras se daba la vuelta.

Tessa notó un ápice de nostalgia en su mirada y, con toda razón, ella no debió ser tan injusta con él.

Pero, para entonces ya era demasiado tarde, Roger ya había salido de la habitación.

Se sintió como la peor persona del mundo.
Él fue su fiel amigo desde siempre y, ella en muchas ocasiones lo había tratado de la peor forma y, en esta se le había pasado la mano.

TESSAWhere stories live. Discover now