¿Volver a confiar?

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¿Volver a confiar?

Ella cepilló su melena dorada frente al tocador, colocando algo de maquillaje en su rostro para cubrir las secuelas de su sufrimiento.
Se miró una vez más al espejo y, se dispuso a buscar algo qué comer. Ya había trazado un plan, ese día sería el último que pasaría en la casita encantada; en general, en el RogTes Park.
Ya había recogido todas sus cosas aunque no sabía con certeza a dónde ir, solo se dispuso a desayunar eliminando cualquier rastro de pensamientos y sentimientos de su interior.
Sirvió el jugo de naranja con pesar, recordando que esa tarea casi siempre se la tomaba Roger. Se removió en la silla incómoda por ese pensamiento.

—Tes.

Ella se levantó de la silla abruptamente girándose sobre sus talones para mirar a un deprimido Roger caminar hacia ella desde la puerta.

—¿Qué haces aquí?— le preguntó ella evidentemente molesta.

—Lo siento, tenía miedo, me sentía demasiado perdido para guiarte a tí— hizo una pausa—Por favor, entiéndeme.

Tessa se quedó muda. Se había imaginado ese momento antes y, pudo haberle dicho todo lo que tenía pensado pero, las palabras rehuyeron de ella en ese preciso instante.

—Tessa...

Roger se acercó con paso lento y cuidadoso, como precisando el momento adecuado para actuar.

—Tú no tienes idea de todo lo que he sufrido, me llamaste egoísta en más de una ocasión, Roger, ¿Qué es lo que eres justo ahora?

Él se limitò a mirar al piso, sabía que había cometido un grave error. Pero, no había tenido el valor de acompañarla y consolarla cuando ēl mismo no encontraba las palabras exactas para describir la falta que le hacía Yill, ni todo lo que significó, aún menos podría ayudarla a comprender una situación que él mismo no comprendía.

—Tes, sé que cometí un error por eso me disculpo. Pero, también intento explicarte las razones; no tuve el valor, fué mi momento de debilidad—Respiró hondo mirando hacia arriba, quizá buscando qué decir—Desde que me conoces ¿Cuántas veces te he defraudado? Jamás, siempre he estado ahí por favor, no me juzgues.

Ella lo miró al fin.

—Yo...Necesito aire. Después hablaremos de esto.

Dicho esto, salió con paso decidido hacia afuera rogando una plegaria a las flores para que la ayudásen en cada momento.

Ya había tenido suficiente en toda su vida, solo quería que los siguientes años fuesen los mejores de su existencia, de paz y de amor, sin tener que preocuparse por nada.

TESSAWhere stories live. Discover now