Mil años de soledad

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Mil años de soledad

Aquella vez en el hospital, después de haberse sentido como la peor de las personas y, de haber intentado en vano, correr tras de él, decidió que eso era lo mejor.
Ella no era buena compañía para nadie y, Roger tenía que entender eso, aunque 'eso' le dolíese mucho a ella también.

Estaba destrozada, sola como nunca antes.
Se sentía incluso peor, que anteriormente.

—Tessi, ya no quiero verte así.

Tessa se volvió hacia Yill quién le hablaba desde la puerta de su habitación.
Desde aquel incidente con Collins ella se había quedado junto a Tessa en esa casa, mientras que el hombre se había ido a quién sabe dónde.
Ninguna reparó en su ausencia, o al menos no lo hicieron en voz alta, sino que se guardaron sus comentarios respecto a él.
Ya habían pasado tres meses desde aquella noche y, ni siquiera querían tocar el tema.

—Estaré bien— respondió ésta, esperando de alguna forma calmar la preocupación creciente de Yill hacia ella.

—¿Te incómoda si tocamos el tema?— insinuó acercándose hacia su cama.

—No, en realidad lo evité porque tú también lo hiciste.

Ella sabía que Yill no se refería a eso, pero, decidió darle la vuelta

—Me temo que no hablaba de ese idiota sino de Roger.

«¿Y él no es también un idiota?» pensó para sus adentros.
Hizo un puchero de resignación notando que ya era hora de hablar sobre eso.

—Tessi...Él te quiere de verdad— insinuó acariciando su cabello—¿Por qué lo alejas?.

Los ojos color miel de Tessa se fijaron en esas dos pupilas azabaches que la habían salvado aquella noche del día en que la conoció.

—Fué lo mejor.

Sí, decía eso, pero, en realidad solo lo hacía para convencerse así misma de tal calumnia.

—Sabes que no— continuó Yill—Él siempre te va a querer, pase lo que pas...

—¡no!— la interrumpió—Además aquel dia...él...solo se fué...no volvió, yo ...no le importo.

Yill arqueó una ceja.

—¿y que esperabas? ¿Que siguiera alli? Según tú lo querías fuera de tu vida, ¿Por qué te molesta que se haya ido?

Esas palabras acusatorias la dejaban sin habla.
Yill tenía razón, despuēs de todo, eso era lo que decía pero había una intención oculta detras de eso.
Tessa sintió un hilo de desilución en su interior, al recordar lo mal que dejó que Roger saliése de aquella habitación, sin entender que mås allá de eso había salido de su vida.

—Hey...— la calmó Yill—Él no se ha alejado ni un segundo, él sigue llamando cada día para saber de tí.

Tessa la miró asombrada sin poder creer ni una sola palabra.
¿A caso era tan masoquista?
¿O de verdad la quería?

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