Capitulo 20: "Los gemelos Sullivan."

978 73 118
                                    

— Estuviste en la ducha con él, eso fue...

— Incomodo. — interrumpí a Sophie.
— Yo diría caliente.
— Para nada, estuvo disculpándose por lo imbécil que es siempre, y luego dijo que aún no superaba a alguna chica de su pasado y a mi eso que me importa.

— Estas celosa amiga, es obvio que Kyle te gusta... — tapé su boca con mis manos.
— Shhhh... para nada, eso es ridículo.
Quitó mis manos de su boca. — Deja de negar que mueres por ese chico bipolar.

Caminabamos por los pasillos y Sophie seguía diciéndome que aceptara que moría por Kyle, claro que no lo hacía.
Sophie miró su reloj. — Mierda, se me hace tarde, nos vemos en el almuerzo. — besó mi mejilla, y corrió por el pasillo. — ¡ACÉPTALO YA! — gritó.

Iba camino a la clase, pero me miré en la pantalla de mi celular y tenía el maquillaje corrido en los ojos, maldito maquillaje.

Recuerdan que casi no me maquillaba, pues ahora me maquillo un poco más ya que Sophie dijo que me veía menos fea así.

Entré en el baño de mujeres y saqué el poco maquillaje que traía y lo arreglé.

— Que bien que ahora usas maquillaje. —La puerta se cerró con seguro y las luces bajaron. — Ahora pareces más un travesti. — se burla.

Me volví y busqué el origen de esa voz de mujer.

— ¿Por qué te escondes? ¿tienes miedo? — traté de sonar fuerte y sin miedo.

—¿De ti?.. — soltó una risa. — Ay por favor jamás, mírate eres un mal chiste.
Salió de las sombras era la chica gótica de media cabeza rapada y expansores.

La chica movía los dedos de arriba a abajo y las luces se encendían y apagaban al ritmo de su dedo.
— ¿Por qué cojones no terminan de una vez conmigo?¿por qué me atormentan?

— Solo nos queremos divertir, eres una aguafiestas. — en un instante estaba frente a mi. — Sólo queremos que sufras. — sus ojos se pusieron totalmente negros, y sin vida. Mis oídos comenzaron a zumbar, había un muy fuerte sonido agudo en ellos también estaba en mi cabeza, pasó a mis ojos solo veía manchones negros, y por último era el aire, no llegaba a mis pulmones.

Ese sonido no se iba, mis oídos iban a explotar. Esta chica había bloqueado todos mis sentidos.

Mis sentidos estaban regresando, estaba en el suelo. Antes de irse me plantó una fuerte patada en el costado donde tenía la herida, la herida que aún no le daba la puta gana sanar.

Quedé como inconsciente, en el frío suelo donde no era la primera vez que estaba.

Pude sentir la luz blanca llegando a mi.

Era una noche fría, estaba en medio de una calle solitaria y con poca iluminación.

A lo lejos pude ver a dos personas, comencé a acercarme.
- Tienes lo que querías, ahora pagame. - dijo el que estaba de espaldas a mi.

- No hiciste el trabajo como era, así que mejor lárgate.

- Claro que no, maldito imbécil pagame, quiero mi dinero.
- maldición siento que conozco esa voz.

- No hagas esto difícil. - de unos rincones oscuros salieron cinco tipos enormes.

- Maté a todos esos bastardos.
- Pero no quieres matar a esa asquerosa niña.

- ¿Como podría matarla? Es solo una niña.
- Ahora sería mas fácil.

En otra esquina oscura hubo movimiento, era una niña. - No puedo creer lo que escuché. - dijo ella.

La Rosa Negra © #CA2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora