Capítulo 9

47K 2K 90
                                    

MAX POV

Cuelgo el teléfono, me giro y observo la celda con falsa curiosidad, tratando de desviar mis ojos de las piernas de Amy. A pesar de que ella se encuentre bien sentada, por algún motivo, mis ojos quieren salir de sus lugares.

Paso una mano por mi cabeza, hago una mueca cuando siento un pinchazo en mi hombro derecho. Dejo escapar un suspiro y echo mi cabeza hacia atrás, tratando de aclarar mi mente. Miro el techo lleno de telarañas, llego a la conclusión de que a este lugar le hace falta una buena limpieza.

—¿Estás preocupado acerca de qué dirá tu mamá? —pregunta Amy. Involuntariamente mis ojos se desvían hacia ella y me fijo en sus inquietados ojos marrones observándome con curiosidad. Oh, ella cree que estoy preocupado por ésta situación. Si tan sólo supiera que no me importa una mierda. Estoy seguro que mi madre me regañará bien grande, ya que esta sería la segunda vez que voy a parar a la cárcel.

Bonito.

Si tan sólo tuviera idea que eso no es lo que me descoloca en estos momentos.

—Sí —miento— Exacto.



AMY POV

Sus ojos son oscuros al igual que los de su hijo. Eso es lo primero que noto cuando la mamá de Max llega a recogernos de la Comisaría. Es alta y su piel denota un suave brillo dorado. Definitivamente puedo ver que él es hijo de ella.

Pero cuando gira su perfil hacia un costado... mis ojos captan una fina línea mínimamente rosada que atraviesa una de sus mejillas. Creo que la mujer es hermosa, aún con esa fina imperfección. Me pongo a pensar en lo mucho que Max le parece a su madre, aunque no lo suficiente. Imagino que se parece más a su padre... ¿me pregunto si por qué él no vino a recoger a su hijo de la comisaría?.. Normalmente, en ese tipo de situaciones —no que me haya metido sucedido esto antes. Sin poder evitarlo mis ojos viajan hacia Max y lo encuentro mirándome. Él se está fijando en cada una de mis expresiones por algún motivo del que no tengo la menor idea.

—¿Qué le sucedió? —pregunto acercándome unos pasos a él. Cerca nuestro puedo escuchar cómo la madre de Max charla con uno de los policías encargados.

Max mete ambas manos en los bolsillos de su oscuro pantalón y se encoge de hombros.

—Toda cicatriz tiene su historia.
Pongo mis ojos en rendijas.

—A pesar de que encuentro esa frase algo cliché, la cual, supongo que has quitado de twitter.... Bueno, tengo que darte la razón. Toda cicatriz tiene su historia.

Él levanta una ceja.

—¿Twitter?

Asiento.

—Sí. No creo que esa frase se te haya ocurrido de la nada.

Max quita las manos de sus bolsillos y cruza ambos brazos sobre su pecho. Mirándome algo... ¿intrigado?

—No tengo twitter —dice.

Giro mi cabeza hacia un costado, aún con mis ojos en rendijas.

—¿Entonces estás diciendo que esa frase la inventaste tú? — pregunto y lo miro intrigada, finalmente Max responde:

—Nop. La leí en Facebook.

Giro los ojos y sonrío.

—Lo sabía.

Él sonríe divertido, pero entonces sus ojos vuelven a miran a su madre y su mandíbula se tensa, pero no con enojo, sino más bien con tristeza.

—Sucedió lo usual —responde a mi pregunta anterior y hace una mueca.— un padre que cae en el vicio de la bebida y una madre que está cerca para ser maltratada.

Él es malas noticias!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora