KYLAR

~N U E V E~

-Nada mejor que el buen sexo para despejar la ira y el mal humor- Nicole

Ky se encuentra ubicado en uno de los tres sillones que componen la sala, yo estoy en su regazo de cara a Gareth quien está hablando de su trabajo y de Zed, estos ya han encontrado una oficina donde abrir la segunda de su marca.

Durante su estadía en Londres se hicieron muy populares al ganar el caso contra unos terroristas que intentaban por todos los medios evadir sus responsabilidades, pero ellos fueron inteligentes a la hora de usar las pruebas y pudieron destapar a la organización metiéndolos a la cárcel con más de ocho años cada uno.

-¿Para cuándo la tendréis lista?-pregunta interesado Kylar, mientras ellos hablan yo saco mi teléfono, envío un mensaje y vuelvo el aparatito a su lugar.

-Nosotros esperamos que para la semana que viene nos entreguen el bloque, es un edificio de tres pisos- Explica Gareth, siempre ha sido su sueño, desde pequeño le ha gustado esa profesión y más se aferró a estudiar Derecho cuando me pasó aquello.

Inmediatamente al pensar en ese hombre, mi piel se eriza y me lleva a recordar momentos que no quiero. Sacudo la cabeza y escondo mi rostro en el cuello de Ky, me siento incómoda de solo recordarlo. No me gusta sentirme así, tengo un nudo en la garganta y unas terribles ganas de llorar, siento que me sumerjo otra vez dentro de ese mar de dolor, evoco el ardor de cada una de las pequeñas heridas que tuve, y siento que abren las que no se ven, las emocionales, porque ese tipo me destrozó en su momento y Ky es quien, poco a poco, me está reconstruyendo.

El olor a menta fresca de Ky inunda mis fosas nasales consiguiendo, casi al instante, relajarme, él tiene ese poder en mí, mi cuerpo reacciona al de él de maneras imposibles de creer.

Un aparato suena en el salón, y todos nos volvemos a ver, me doy cuenta que es el mío, me disculpo con los hombres de la habitación y me dirijo hacia afuera, dejándolos embaucados en una conversación sobre el trabajo de Gareth y la pelea de Ky.

Una vez estuve sola y sin ruido externo, descuelgo la llamada sin ver el identificador.

-¿Hola?- Pregunto mientras miro las Gardenias del Jardín y acaricio sus pétalos, decido sentarme en el escalón de la entrada para estar más cómoda.

- ¿Grecia? Soy yo, Mack, leí el mensaje y te llamé en cuanto pude, ¿Qué es eso tan urgente que tienes que decirme? Me dejaste preocupada, maldita sea, habla y no te distraigas.

- Mack cállate, hablaría si pudiera pero si tú hablas yo no puedo hablar. Notición: tú amor está aquí. - Mack pega un grito que me hace despegar el auricular de mi oreja. Ella es así, habladora, extrovertida, simpática, amable y bella muy bella, y tiene una fijación por mi hermano que yo no entiendo, nunca se lo ha dicho porque se la pasan peleando cada que se ven y si hay algo que Mack es, más que medio planeta, es orgullosa, no se deja humillar por nadie y mi hermano que le encanta fastidiarla no es la excepción. A veces creo que ese orgullo le trae más problemas que soluciones, es algo en lo que mi hermano y ella son idénticos.

-¿Mi amor? ¿Matt Bomer decidió venir por mí? Espera, espera... ¿Qué hace mi amor en TÚ casa?- bien esto ya se fue de las manos, ésta mujer tiene tantos amores que ya no sabe ni cuáles son los reales. Una risilla ahogada es soltada por mis labios- Espera, ¿De quién estamos hablando? Esa risita tuya no me gusta, tengo un mal augurio- Por Dios, que dramática es, vamos a sacarla de su hoyo.

-Estoy hablando de quién te quita el sueño, aunque no lo quieras reconocer, y que es allegado a mí, ya sé que sabes de quién hablamos- entrecierro los ojos al decir lo último a pesar de que no me ve.

- ¡No me jodas! Estamos pensando en la misma persona, ¿cierto? Y no me entrecierres los ojos. ¿El idiota está aquí? ¿Cuándo vino? ¿Porqué no me has dicho? Hace años que no lo veo, y extraño hacerlo molestar. Ni Carlos me hacía enfadar tanto como ese hombre - Mack tenía una fijación por mi hermano y eso su ex se lo reprochaba. Ella es un espíritu libre no le gusta estar con una pareja mucho tiempo, supongo que aún no ha encontrado aquél que la siente, creo saber a quién está esperando.