~Q U I N C E~

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"La suerte es proporcional al sudor. Cuanto más sudas, más suerte tienes"

El suelo se ve y se siente mucho más interesante en momentos en los que no quieres ver ni hablar con nadie, más a razón de que no está quién deseas ver, la única que persona que deseo ver desapareció en la mañana sin dejar ningún rastro.

No dejo de caer en el mismo pensamieto, una y otra y otra vez, en que ese malnacido la tiene, soy totalmente incapaz de dejar de pensarlo, en este momento me encantaría tomar de la despensa una botella entera de alcohol y bebérmela, pero sé que esa no es la solución.

Ese cabronazo tiene poder sobre mí porque sabe que yo no dejaré que él le ponga sus asquerosas manos encima, cumpliré sin dudar con sus amenazas con tal de que no le haga algo, sin embargo, haré todo lo que esté a mi alcance, para recuperarla, mi mejor pasaje es mi hermano, un jefe de escuadrón de élite en la policía española, se le contacta para invetigar casos de alta índole, él y sus contactos nos ayudaron mucho en el anterior secuestro.

Hubiera dado mi vida entera por estar en su lugar, que me lleven a mí, mas no a ella. Prefiero mil veces que ella esté aquí en mi casa, en lugar de ser yo el que sufre por su ausencia, prefiero estar donde ella está y ahorrarle todo tipo de sufrimientos, pero somos humanos y tenemos limitaciones, no vamos a cambiar de lugar como si fuera arte de magia, me resulta triste que no se pueda, pero así es la vida, te brinda unos minutos efímeros de felicidad para al intante siguiente arrebatártelos como si nunca los hubieras tenido, la vida te enseña a base de mazasos que no todo son cuentos de hadas y que en la realidad las cosas no siempre van como uno quiere.

Estoy al borde de un maldito precipicio, sino fuera porque sé que he de encontrar a mi mujer viva, sana y salva, me lanzaría sin siquiera pensarlo, me siento frustrado. He de ser fuerte, porque sino lo soy yo ¿Quién lo será? Estoy seguro de que ella está esperando que la rescate, y no dudaré en seguir la más minima pista que me pueda guiar hacia su paradero. No sé en que maldito lugar la habrá metido Elbar, pero trabajaremos para dar con él y nada en este maldito y mugroso mundo va a impedirme que no mate a ese hijo de puta tal y como se merece. El sentimiento más grande que me envuelve de pies a cabeza como si de un traje invisible se tratara, es el de la impotencia, el saber que la tuve y no la protegí como debería haberlo hecho. Elevo mis manos hasta mi cabello enrendándolo en los hilos que lo forman y estirando fuerte de él hacia arriba en un intento desesperado de exteriorizar la frustración, mi madre se acerca y retira mis manos llevándolas a su cintura en un apretado abrazo, me dejo llevar, derrumbándome, descanso mi frente en su vientre mientras la aprieto más a mi y ella abraza con sus frágiles brazos mi cabeza mientras reparte dulces besos en mi sien para después susurrar palabras tranquilizadoras en mi oído, lágrimas de pura rabia se hacen presente en mis mejillas y acaban en su camiseta, la estoy mojando, pero no me importa, me reconforta ese abrazo y me da la fuerza suficiente para afrontar todo aquello que el destino tenga preparado para mí.

La encontraré antes de que pasen cosas tremendamente malas y la traeré de vuelta a donde pertencece, a mi lado, aunque sea debajo de las piedras, pero de que la busco y la encuentro, la encuentro.

Me levanto del sofá y corro escaleras arriba hacia nuestra habitación. Seré masoquista, pero necesito tenerla o al menos sentirla cerca, sin embargo, no aguanto esa presion y finalmente termino en el lavabo de abajo, necesitaba despejarme, no puedo entrar en mi habitación sin sentir su aroma impregnado en el aire, no puedo entrar sin verla a ella en cada rincón y recordar que por culpa de un maldito, la mujer que ocupa mi corazón entero no está, la mujer que hace que mi corazón rebote como un loco dentro de mi cavidad torácica no está, y duele, duele como el infierno tenerla lejos. Salgo rápidamente del lavabo en busca de compañía, estando solo me invade la desazón y la tristeza, no me gusta sentirme tan decaído.

KYLARWhere stories live. Discover now