KYLAR

~ T R E I N T A I T R É S~

GRECIA

Uno de los sitios que más he visitado en estos últimos años ha sido el hospital, y esto se ve reflejado en mi suerte. Tengo la peor suerte del mundo en todo. Hay culturas que creen que nacemos bajo la suerte de la estrella en la que nacimos, mi creencia difiere un poco, yo creo que nací bajo un agujero negro capaz de absorber hasta el más grande de los planetas. 

El mundo te tiene preparado tantas y tantas cosas, unas buenas, otras malas, pero definitivamente todo es para mejor, por eso no entiendo que cosas más malas pueden suceder ya, qué más falta por pasar si he sido secuestrada, ultrajada, denigrada, torturada psicológicamente, entre otras muchas cosas y lo último que me faltaba, añadir a la lista: formar parte de un atentado terrorista.

La suerte está echada para aquellos protegidos de los cuales yo no formaba parte.

Recién estaba tomando consciencia del accidente, no habian pasado dos días desde que todo ocurrió y yo aún no consigo volver en mí, reponerme del todo. No me cabe en la cabeza como es posible que todo suceda delante de mis narices y que siempre me pase a mí. No recuerdo buena parte de lo pasado ese día, pero se que estaba acompañada, se que no salí sola de mi casa y mi família me lo confirma pues Kylar aún no aparece, lo que me hace pensar que anda dando túmbulos por ahí.

Hoy toda la família está reunida en la habitación de hospital que me asignaron porque están preocupados. Él sigue sin aparecer por ningún lado y eso nos mantiene en vilo. Yo se que salí con él, sin embargo, no sé en que punto de toda la travesía lo perdí. A pesar de que tiene un hermano policía, con todas las tensiones no hemos podido acceder a alguna base sobre lo ocurrido.

Poniéndome en lo peor, lo más probable es que haya desaparecido entre las miles de personas que resultaron heridas, esperamos que no esté entre los cientos de muertos aún sin identificar, eso ya me rompería el alma y me llevaría con él.

Las respuestas por parte de los médicos a mi estado no tardan en llegar, análisis por aquí, análisis por allá y nada era más importante que encontrar al alto rubio de ojos hielo, ni siquiera mi salud sobre la cual había decidido no preguntar.

-Señora Grecia, lamentamos darle esta noticia. Hicimos todo lo que pudimos con el bebé que esperaba, pero la vida no llegó a él, llegamos tarde y fue imposible detener el aborto. Lo sentimos mucho.- el médico me observaba con todo el tacto posible mientras me decía las palabras que probablemente marcarían toda mi vida, toda mi inocencia.

Último cap. Sin editar 😊😊 en unas 2 semanas pondré la siguiente parte. Sólo quería dejar un bello adelanto.