~D I E C I S É I S~

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"Si la montaña que subes te parece cada vez más imponente, es que la cima cada vez está más cerca."

Un maldito mes ha pasado en el que no hemos encontrado nada, nada de nada, las pistas que hemos ido encontrando, nos han llevado a callejones sin salida. La impotencia no me permite vivir. Estamos a poco de descubrir quien fue el hijo de puta que sacó a Elbar de la cárcel, tal vez este si nos lleve a descubrir suparadero.

Presentamos la denuncia y después Keith pidió la orden judicial, que apenas y le ha sido entregada hace unos días, él formó un plan de registro y ahora toda su brigada se encuentra registrando el hogar del malnacido. Algo que caracteriza a Keith, es su mente fría, para todo antes forma un plan, es una persona muy metódica, nunca le ha gustado ir a ciegas a un lugar, siempre estudia todas las variantes para que nada lo sorprenda a último momento.

Me encuentro, nervioso en la casa de mi madre, hace dos semanas que no piso ni mi casa, ni la de Grecia, porque todo me recuerda a ella y me resulta imposible dormir sin evocarla, sin evocar el calor de su cuerpo junto al mío, sin sentirla a mi costado, es como estar en medio de un mar helado en el que busco el calor de su cuerpo para no morir congelado, y no lo encuentro por lo que muero de frío.

La primera semana fue la peor, la pasé de arriba a abajo intentando buscar pistas, ayudando a mi hermano en todo lo que podía. Cada día de esa primera semana fue peor que el anterior, me dormía con el corazón en la boca, con la esperanza de que al despertar todo fuera un mal sueño y que al despertar no encontraría su lugar en la cama frío, liso y sin su presencia. No aguanté tanta presión y a día de hoy aún no he vuelto, simplemente no puedo.

Le rogué más de una vez a Keith que me dejara ir con él, le grité e hice cosas de las cuales no estoy orgulloso, pero se me olvidaba que Keith es el doble de tozudo que yo y me prohibió salir de la casa, intenté escaparme e ir a escondidas, pero la maldita copia fue lista y dejó a Melissa, Mack y mi madre vigilándome, ellas se encuentra en la cocina y yo en la sala con Melissa.

He notado que Mack no se encuentra demaciado bien, se marea con facilidad y vomita mucho, sin embargo no le presto atención, lo más probable es que se encuentre mal por algo que comió.

Mi teléfono, ese que lleva más de dos semanas inactivo porque no le respondo a nadie, suena y vibra con un potente sonido, descuelgo pensando en la posibilidad que sea ella. A pesar de que no lo uso mucho, por sugerencia del equipo, se ordenó pincharlo por si Elbar vuelve a llamar, Melissa se encuentra con un aparato y un ordenador al costado. Melissa me ordena por señas que responda y yo no dudo un segundo más en hacerlo.

-¡¿Hola?!- ya no me importa que noten si estoy desesperado porque verdaderamente lo estoy, del otro lado solo me responde el silencio.-Grecia, si eres tú, por favor, dime donde estás, di algo, Por favor.- Nada se escucha solo una respiración. Miro a Melisaa y ésta me escribe en un papel "Alarga la conversación" le doy un asentimiento e intento hablar, pero de repente, el que se encuentra al otro lado de la línea responde.

-Que patético suenas Kylar, te hacía mucho más fuerte.- su risa es fría, ronca y sin un sólo matiz de humor- He notado que ya no estás en tu casa, ¿No soportas la presión?- vuelve a reír con esa voz escalofriante- ¿Sabes qué? me encanta el cuerpo de Grecia, me encanta tocarla y no solo para maltratarla, su cuerpo es exquisito, con unas curvas que hacen peligar mi conciencia y unos moratones que la hacen aún más bella.

-¡Eres un enfermo! No la toques, ¿Qué tengo que hacer para que me la devuelvas?- Le gritó, pero al otro lado de la línea ya nadie responde más que el sonido de la línea cortada. Llamó solo para mortificar. Maldito.

Me giro rápidamente hacia Melissa, preguntando silenciosamente si tenía algo, ella asintió con la cabeza.

-Tengo el lugar desde donde se hizo la llamada.-dijo ella.

KYLARWhere stories live. Discover now