~V E I N T I D Ó S~

2.2K 132 20
                                    

"Sabía que iba a parecer difícil, pero no que parecería imposible"

Acabo de salir del vuelo, estoy a punto de pasar por aduanas sintiéndome un poco intimidada por el gran tumulto que se ha generado, tanto de hombres como mujeres, a los cuales intento evitar a toda costa

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Acabo de salir del vuelo, estoy a punto de pasar por aduanas sintiéndome un poco intimidada por el gran tumulto que se ha generado, tanto de hombres como mujeres, a los cuales intento evitar a toda costa.

A mi lado va Mack, quien después de hablar con su ginecólogo y qie este afirmase que no había ningún peligro para su bebé, decidió acompañarme. 

Hemos aterrizado hace menos de media hora en Grecia. Un lugar que tenía muchísimas ganas de visitar. Ahora lo hago no en tan buenas circunstancias, pero el cambio me viene bien. Concretamente estamos en Atenas, con un calor de los mil demonios.

Vengo especialmente por un psicologo amigo de mi madre, especialista en casos de secuestro en los cuales ha habido tortura. El mío le pareció interesante, según sus palabras, y aquí me encuentro.

Él es Zeus Delipós, un hombre de unos cincuenta años y unas pocas canas en su pelo. Lo que más recuerdo de él es su peculiar acento a la hora de hablar español. Es un amigo de la familia desde antes de que Gareth o yo vinieramos a este mundo.

Mi psicóloga en Barcelona, me recomendó empezar con un hombre que se gane mi confianza, y así poder comenzar poco a poco a interactuar con el sexo masculino.

Me veo con ganas de huir cual cordero perseguido por un león. Por un lado, temo no recuperarme y no cumplir mi promesa, sin embargo, por otro, creo que esto puede beneficiarme.

Hace dos semanas que no veo a Ky. La última vez fue cuando le di la caja de terciopelo.  En cierto modo se lo agradezco, pues me ha hecho mucho más fácil el mentalizarme de que no lo veré durante un tiempo, por otro lado, quiero matarlo. Soy un cóctel de combinaciones contradictorias, puesto que quiero y no quiero algo a la vez, un cóctel que acabará explotando.

Sé que Ky también ha decidido tomar unas pequeñas vacaciones por su hermano, Keith. A quien he visto un par de veces y a pesar de que me ha hablado a unos pares de metros alejado de mí, me intimidó. Y mucho más, lo parecidos que él y Ky son. Lo vi dos veces y no pude evitar pensar que era mi Kylar, aunque los visibles tatuajes desmetian a mi ansioso cerebro de encontrarlo hasta en la sopa.

Aquí en Grecia me estoy quedando en un pequeño apartamento con espacio suficiente para Mack y yo. Tengo unos días para relajarme, antes de que empiezen las sesiones.

Me estoy centrando en mi sobrinito, a veces acarico la pancita de Mack y le hablo, no sé si podrá escucharme, solo sé que ya quiero a ese bebé. 

Una semana más tarde, me encuentro totalmente despejada y tranquila, creo que nunca en mi vida he estado más relajada. Hoy es el primer día de visita al médico y tengo muchísimas ansias. Prácticamente me las estoy comiendo. Poseo en mi interior el constante pensamiento de no poder logralo, a pesar de que me lo reprocho, no puedo parar de ver el tema desde una óptica pesimista.

Me encuentro en frente de la puerta de Zeus, con la mano puesta en el picaporte, decidiendo finalmente si entrar o huir.

Antes de que yo la tocase, la puerta es abierta por una señora bajita, que con su gran sonrisa me hace el día.

Paso después de que ella me invitara, parece tener un radar para detectar personas cobardes como yo, que pretendía huir de la situación, que pretendía irme sin siquiera haberlo intentado. 

Entro dentro de la consulta donde Zeus se encuentra, sentado detrás de su escritorio. Desde ahí me habla y me invita a pasar. Ahora mismo mi cuerpo ha entrado en modo alerta, mis ojos se han abierto un poco dándome el aspecto de niña asustada.

Camino despacio hasta sentarme en el sillón tipo diván rojo que se encuentra estratégicamente alejado de Zeus. La señora simpática que me acompañaba salió sigilosamente de la habitación, sin intención de  ayudarme a escapar como mi mente, poco valiente, quería pedirle.

Una vez ahí, el silencio se prolonga, haciendo de mis nervios el perfecto cóctel Molotov capaz de acabar con cualquier cosa a diez metros a la redonda.

Me entretengo durante unos instantes apreciando la rica decoración de todos los elementos de la gran oficina, hay un cuadro justo frente a mí, en una de las paredes laterales, es el Jardín de las delicias, que me proporciona a mí y a quién lo ve; una sensación de alegría por sus colores vivos.

Puedo ver desde mi posición el tríptico, con su infierno a la derecha y el Jardín en medio, con todo ese séquito de personas ejecutando alguna actividad. Me gustaría formar parte de ese cuadro, es realmente bonito.

—Grecia.—habló él, por primera vez.  Sacándome de mi pequeño rincón evasivo de su persona.

—Zeus.— respondí de manera queda sin mirarlo.

Ya no le presto la atención que pretendía al paisaje dentro de la habitación, ahora me centro en mirar mis rodillas mientras hago caso de su voz.

Es una primera toma de contacto tensa. No quiero hablar con él, me hace sentir desubicada. Me quiero ir.

Piensa en Kylar. Precisamente porque pienso en el es que estoy así.

—Cuéntame... ¿Como te sientes?— su voz suena atronadora, imponente y aún más su acento español.

—Como una gacela delante de un león, como entenderá, con ganas de huir. —en cambió, la mía suena sin fuerza alguna, como si en algún momento me la hubiesen arrebatado.

—Bueno saberlo. —me da una pequeña sonrisa cuando alzo mis ojos para verlo. — no tienes por qué preocuparte, tú impones el ritmo, aunque yo la presión.

—Lo intentaré, quiero superar esto y dejarlo todo atrás.

—Primero empezaremos con un recordatorio, conozco parte de tu caso, pero no es efectivo hasta que escuche la experiencia desde tu punto de vista.— acomoda sus anteojos sobre su nariz aguileña.

—Lo que más recuerdo...— mi voz baja una octava, para seguidamente continuar. — es el dolor, es como un sello dentro de mí. Siento las heridas como si estuvieran a flor de piel, me duelen y lo peor es que no es un malestar físico que puedas calmar con un analgésico, este es peor. Este malestar es de mi alma rota que pide ser reconstruida con la mayor similitud posible a su estado original. —voy relatando lo que voy sintiendo a medida que me sumerjo en aquellos momentos de tan amarga existencia. —No es que lo recuerde todo, porque ciertamente hay momentos que prefiero no recordar, solo recuerdo heridas, palabras dichas que me ponen en un estado de ánimo alicaído.

Inconscientemente mi llanto se desata sin que pueda evitarlo, me quiero ir.

Y precisamente es lo que intento, pero la voz de él rondando en mi cabeza se hace presente, para recordarme por qué hago esto.

Es el inicio más duro que pude imaginar. No creí que a la primera me derrumbaría. Solo basta este pequeño momento para darme cuenta de que no me será fácil avanzar, que estoy más rota de lo que pensaba y que me llevará un tiempo volver.

Pero no será por mi falta de ganas, sino por impotencia de no poder hacer más de lo que puedo.

Espero verte pronto, cariño.

《---------K---&---G------------》

Holaaaa, caracolas. ¿Cómo están?

Vengo a dejar otro poco de esta linda pareja.

Iniciamos una cuenta atrás, ¿de qué? Os estaréis preguntando, bueno descubridlo.

Pregunta: ¿Qué creen que pasará más adelante?

No olvides dejar tu huella en un pequeño voto ^-^

(5/12/16) NICOLE

KYLARWhere stories live. Discover now