Disfrutando de la tranquilidad que les brinda el presente, no saben que el pasado los acecha planeando un futuro incierto.
Kylar: travieso, inteligente, pícaro. Un gran luchador tanto en su profesión como fuera de ella.
Grecia: amable, inte...
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Grecia
Un año entero ha pasado, un año duro, pero cuyo paso me ha hecho más fuerte, me ha hecho hablar, me ha hecho respirar tranquila por segunda vez. Es como volver a respirar después de estar mucho tiempo debajo del agua. Cosa que agradezco, si hay algo que buscaba era tranquilidad, y lo encontré.
La casa se encuentra solitaria. Ahora me encuentro viviendo sola, Mack se fue con Gareth unos meses antes de que naciera su bebé, por barco.
La terapia está dando sus frutos ya puedo hablar con hombres y no salir corriendo en el intento. Me encontro feliz por ello. Pronto volveré por lo que es mío.
Enciendo el televisor para entretenerme lo que resta de noche. Me río por unos anuncios tontos, y luego veo un anuncio de ropa interior. Sorprendentemente mi rubio es quien lo protagoniza, con una mujer a la cual conozco, fue la última a la que le organice una fiesta, Mariela.
Se ven muy acaramelados, justo cuando mi sorpresa está en alge, cuando ya voy a ver como se besan, el anuncio se corta. Dejándome pensativa. Tal vez haya pasado mucho tiempo.
Apago el aparato con la intención de ponerme a leer una revista. Pasando páginas y páginas, me encuentro con la cosa más desagradable que he visto. Y hace que mis ojos se cristalicen. ¿Tan rápido me olvidó?
"El Boxeador Kylar McCarter recién acabado de ganar el campeonato europeo, es visto besándose con una modelo. Fuentes de investigación la identifican como la que hizo la campaña de publicidad para Calvin Klein, Mariela Cole. ¿Habrá nuevo amor?"
El artículo continúa pero mi cabeza ya no tiene ánimos para seguir leyendo, simplemente pasaré, ni me enfadaré, yo solo le pedí que me esperara... creía que me quería.
Media hora después de comerme la cabeza pensando en miles de cosas, decido que lo buscaré.
Basta ya de estar escondida, voy a ir a por lo que es mío. Porque Kylar lo es, ninguna zorra de pacotilla va a venir a quitarme lo que por derecho me pertenece.
Armo mis maletas con toda mi ropa, y zapatos, meto en mi neceser todo lo necesario para mantener mi higiene y maquillaje, que solo son un par de pintalabios mates. Unas horas después lo tengo listo.
Ahora sigue buscar en alguna compañía de vuelo un pasaje que me lleve a Barcelona lo antes posible. Un rato buscando me basta para dar con ello, encuentro una vacante en un vuelo que sale a las seis de la mañana, estaría allí a medio día, eso me encantaría. Son las doce de la noche, tengo tiempo. Lo compro rápidamente y lo imprimo. Lo dejo todo listo con todos mis documentos, mientras voy a la cocina a prepararme algo, soy bastante poco partidaria de la comida de aviones a no ser que sea pollo con arroz, entonces me lo como todo.
Voy bajando mis maletas de a poco mientras llamo a un taxi, estoy desesperada por llegar al aeropuerto.
— ¿Taxi?— hablo al teléfono, esperando escuchar a una persona y no a una máquina estúpida hablar en griego.
