~O N C E~

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 -Cuanto más mires hacia atrás, más difícil te resultará mirar hacia delante.- Pierre Bonnard

Parada en la puerta principal, siento un desasosiego y una culpa que me calcome por dentro al haber ignorado a la única persona que hace que mi oceano mantega sus peces, no quiero ni imaginar las cosas que me dirá, porque si lo hago me largaré a llorar y eso es algo que no puedo permitir, llorar me hace débil y yo no soy débil.

Armándome de valor, saco las llaves y lentamente voy conduciéndola hacia la cerradura, cuando está a punto de tocarla la retiro con miedo, ¡Mierda, pero que cobarde soy! Finalmente me decido, por una vez, a enfrentar lo que pase sin importar las consecuencias, su enfado no va a durar mucho y haré todo lo posible para que no pase de ésta noche, conozco a Ky y he vivido sus enfados y sé muy bien que cuanto más tiempo pasa más se sulfura, cuanto más tiempo pasa más se desespera, más se impacienta y más se enerva.

Me hecho para atrás durante un momento, recordando que también dejé preocupada a mi família. Tomo el bolso de nuevo y intento enganchar con mis dedos el teléfono que se encuentra en el fondo, no veo nada, todo está oscuro, tan oscuro como el humor de Ky, río por la ironía. Al agarrarlo, envío un mensaje rápido a Gareth diciendo que mañana le hablo y que ahora no puedo.

Mientras me aseguro de que el mensaje se envió apago el teléfono y acto seguido abro la cerradura, suena ese rechineo típico de película de terror que hace que la piel se erice, entrecierro un poco los ojos acostumbrándome a la intensa luz que me dio de lleno en los ojos.

Entro lentamente dejo mis cosas en la galería, pensando en recogerlo todo después, cuando consiga calmar a mi pantera.

No me atreví ni siquiera a encender la luz del pasillo, la de la sala iluminaba un poco el ambiente haciéndolo parecer algo lúgubre. Caminé despacito a la única zona de la casa que aparentemente estaba iluminada, Encontrándome un panorama peor de lo que habia imaginado. Llegué a imaginar a Ky hecho una furia, con sus mejillas coloradas por el enojo, con sus ojos azul oscuro y su ceño fruncido, tanto que pareciera que le quedaria como marca permanente.
Esto es peor, hubiese preferido encontrarme con el Ky hecho un toro que con el Ky tranquilo, porque con el tranquilo no sé lidiar, al enojado lo puedo calmar pero al tranquilo me cuesta más.

Kylar es un hombre muy tempemental y vehemente por lo que cuando su genio no se hace presente temo por la vida a la que ese enojo va dirigido, en este caso, la mía y con justificada razón, lo ignoré.

Él levanta la mirada al sentirme en la sala, esta sentado en uno de los sillones individuales con el tobillo izquierdo recargado en la rodilla derecha, con un plato con queso y una porción de este en sus manos, me sigue mirando y llevando la pieza a su boca, me regala una mirada iracunda, me pone un poco de los nervios esa aparente calma, basta con mirar el tormentoso oceano que son sus ojos para darse cuenta que solo es eso, una calma aparente porque por dentro bulle como si de un volcán se tratara y está apunto de explotar, lo presiento.

Me muevo un poco más cerca de él, el ambiente está silencioso no se escucha ni a los grillos hacer su ruidito molesto, solo estamos dos personas en una sala mirándonos a los ojos, analizando la situación y por lo menos yo viendo y pensando como salir de ella.

Quiero salir corriendo, Ky no es controlador aunque sí posesivo, y odia que me vaya así de repente, en el fondo sé que su enojo es más bien preocupación.

Al parecer terminó de comer su pieza, mientras me mira directamente a los ojos, deja el plato en la mesa y se para sigilosamente, con una calma que haría espantar a un león y con una gracia que haría morir de celos a un cisne, exhuma un halo de peligro, que me hace compararlo rápidamente con una pantera y por todos los santos aunque sé que no debería, esto me pone a tono y mucho, su vestimenta ayuda a eso, solo lleva los jeans ajustados a la cadera que caen marcando sus piernas de una manera sensual, lleva una camiseta sin mangas negra y no lleva zapatos, va descalzo, sin duda todo muy negro. Está usando todas sus malditas armas para hacerme caer, una de las cosas que más sensuales me parecen es que los hombres vayan descalzos, no sé bien porqué pero me gusta, igual que cuando llevan traje, no hay cosa más sensual que un hombre con traje.

KYLARWhere stories live. Discover now