Capítulo XI
Eres un círculo cerrado
En la sala no había amigos míos, supuse que estarían en la famosa sala de pool, o karaoke o cualquier cosa que hubiese en la fiesta. Y que de hecho yo no había usado por el momento. Iba de la mano con Matt pero antes se encontró con dos amigos.
-¡Matt! Te hemos estado buscando amigo, gran fiesta por cierto – dijo un chico moreno levantando su trago.
-Gracias, y ¿Para qué me buscaban?
-Solo para saludar – los chicos me observaron y preguntaron.
-¿Ella es tu novia? – dijo el otro chico de cabello castaño señalándome a mí.
-Sólo una amiga – respondí yo, antes de que Matt pudiese articular alguna palabra.
-Sí, vamos a bailar – dijo levantando mi mano. – Nos vemos – asintió a los dos chicos y nos fuimos.
Matt y yo bailamos al ritmo de Gettin’ over you, Champagne Showers y On the floor, entre otras.
Matt se acercaba cada vez más, me cogía de la cintura a ratos, él sonreía y disfrutábamos la música. Trataba de olvidarme entre las luces todos mis pensamientos, después de un buen rato bailando le dije:
-Vamos a tomar algo – Ambos teníamos gotas de sudor bajando de nosotros.
-Seguro – antes de que cogiera mi mano de nuevo, caminé a una mesa y tomé una cerveza; salí a un pasillo que daba a la piscina y estaba un poco despejado.
-¿Cansada? – dijo Matt parándose a mi lado.
-Sí un poco.
-¿Te gusta la fiesta?
-Claro, es de las mejores en las que he estado, hay tanta gente que ni siquiera vemos a los chicos. ¿Siempre son así tus fiestas?
-Generalmente, pero esta tiene algo que no he tenido en las otras.
-¿Qué es?
- Tú. – dijo poniendo sus ojos en mí. No pude evitar mirarlo.
-Eres tú, la que lo hace especial para mí.
-Es lindo escuchar eso, pero dime ¿Cómo es lo hago de esa forma para ti?
-Eso pasa cuando alguien te gusta.
Sip, dio justo en el blanco, saco toda su artillería y yo sin mi escudo protector.
-Creo que ya lo entiendo mejor – dije mirando de nuevo al frente, tratando de distraerme con los chicos que tomaban y tenían su fiesta pero en traje de baño.
-¿Tienes algo para decirme?
Tarde buen tiempo en responderle, no sabía cuál sería la mejor respuesta, no me parecía correcto alentarlo, sin arreglar aquel asunto con Santiago. Lo sé; Matt es mi chico ideal, es amable y encantador.
Pero cómo le podría alentar recién besé a Santiago, lo mejor es pensarlo mejor, tal vez pedirle tiempo lo decepcione un poco, pero prefiero tomar ese riesgo a tener que herirlo. No puedo jugar con alguien, eso nunca ha sido parte de mí.
-…Verás Matt, agradezco lo que dices, de verdad me halaga y mucho. Pero, te soy sincera, no sé qué responderte.
-¿Te gusta alguien más? ¿Tienes novio?
-No, no es nada de eso – soy una mentirosa, existe la posibilidad de la primera opción, pero no lo puedo aceptar, no aún, menos sabiendo que no se ni yo misma la respuesta.
