Capítulo 18

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Debí saber que eras así.

-¡Isabella Dall Monti! ¿Cuántas veces te tengo que llamar? Por favor levántate, cariño, hoy te llevo yo a la escuela.

-Ya, ya – me levanté despacio, ¡Por Dios, tenía tanto sueño!

-Tu desayuno está abajo, apúrate que llego tarde al trabajo.

-¿Por qué me voy contigo hoy?

-Tienes cita médica.

-¿Para qué mamá? Si estoy bien

-Para control general, te la programé la semana pasada, ¡así que apúrate niña que no te van a esperar todo el día!

-¡Pero qué humor! Ya me baño, espérame abajo.

-Tienes veinte minutos.

-No alcanzo con ese tiempo.

-Pues tienes que alcanzar, ni una palabra más y baja.

-Voy, pero cierra la puerta.

Mi mamá realmente se pone pesada cuando quiere llegar a tiempo, antes de irme a duchar le envié un mensaje a Valentina: "Tontuela, hoy voy tarde a clase, más tarde te explico, un beso y te quiero". A los dos segundos me respondió: "¿Paso algo?", le escribí: "Más tarde te explico, no es nada importante"; "Cómo digas, un beso".

Después de mi rápida ducha, me cambié y maquillé para ir a casi embutirme el desayuno, mamá me llevó a la cita y mientras esperábamos en la sala de espera me comentó:

-Mi niña, te tengo buenas noticias.

-¿Qué es? – le dije con una sonrisa, con mamá las buenas noticias son cosas realmente buenas.

-¿Si recuerdas del viaje que te había comentado?

-Sí, claro que sí.

-En dos meses nos iremos para ¡Francia!

-¿Enserio?

-¡Sí!

-¡Genial! ¡Es perfecto! ¡Me encanta! Sabes que amo esa ciudad, ¡y así puedo practicar mi francés! ¡Gracias mami!

-De nada, ambas nos lo merecemos.

-¿Isabella Dall Monti? – dijo la enfermera.

-Sigues tú, entra al consultorio – dijo mamá

Más tarde mamá me llevo al instituto, justo en el receso, ya había pasado el primer bloque de clases, cuando iba a marcarle a Valentina para que nos encontráramos, choqué con alguien, y ese choque no fue sin intención.

-Tú, llegas tarde – Era Adrián.

-Tú, métete en tus asuntos – seguí caminando, pero él no me dejó avanzar.

-No te olvides de nuestra cita.

-No he aceptado ninguna cita.

-A las cinco te recojo, sé dónde vives.

-¿Cómo lo sabes?

-Sé dónde vive Nicolás.

-No voy a ir contigo.

-No te demores – no me dejó responder y se fue.

Anoche no pude dormir pensando en eso, quiero decir, estoy saliendo con Santiago, me siento bien con él, lo correcto es no tener otro tipo de citas, ¿Qué tal y él se entere? Lo había decidido, tuve un mal sueño donde Santiago me encontraba besando a Adrián, me sentí tan mal en el sueño que no me gustaría que algo similar pasara de verdad.

AMORES QUE NO MUERENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora