Debí saber que eras así.
-¡Isabella Dall Monti! ¿Cuántas veces te tengo que llamar? Por favor levántate, cariño, hoy te llevo yo a la escuela.
-Ya, ya – me levanté despacio, ¡Por Dios, tenía tanto sueño!
-Tu desayuno está abajo, apúrate que llego tarde al trabajo.
-¿Por qué me voy contigo hoy?
-Tienes cita médica.
-¿Para qué mamá? Si estoy bien
-Para control general, te la programé la semana pasada, ¡así que apúrate niña que no te van a esperar todo el día!
-¡Pero qué humor! Ya me baño, espérame abajo.
-Tienes veinte minutos.
-No alcanzo con ese tiempo.
-Pues tienes que alcanzar, ni una palabra más y baja.
-Voy, pero cierra la puerta.
Mi mamá realmente se pone pesada cuando quiere llegar a tiempo, antes de irme a duchar le envié un mensaje a Valentina: "Tontuela, hoy voy tarde a clase, más tarde te explico, un beso y te quiero". A los dos segundos me respondió: "¿Paso algo?", le escribí: "Más tarde te explico, no es nada importante"; "Cómo digas, un beso".
Después de mi rápida ducha, me cambié y maquillé para ir a casi embutirme el desayuno, mamá me llevó a la cita y mientras esperábamos en la sala de espera me comentó:
-Mi niña, te tengo buenas noticias.
-¿Qué es? – le dije con una sonrisa, con mamá las buenas noticias son cosas realmente buenas.
-¿Si recuerdas del viaje que te había comentado?
-Sí, claro que sí.
-En dos meses nos iremos para ¡Francia!
-¿Enserio?
-¡Sí!
-¡Genial! ¡Es perfecto! ¡Me encanta! Sabes que amo esa ciudad, ¡y así puedo practicar mi francés! ¡Gracias mami!
-De nada, ambas nos lo merecemos.
-¿Isabella Dall Monti? – dijo la enfermera.
-Sigues tú, entra al consultorio – dijo mamá
Más tarde mamá me llevo al instituto, justo en el receso, ya había pasado el primer bloque de clases, cuando iba a marcarle a Valentina para que nos encontráramos, choqué con alguien, y ese choque no fue sin intención.
-Tú, llegas tarde – Era Adrián.
-Tú, métete en tus asuntos – seguí caminando, pero él no me dejó avanzar.
-No te olvides de nuestra cita.
-No he aceptado ninguna cita.
-A las cinco te recojo, sé dónde vives.
-¿Cómo lo sabes?
-Sé dónde vive Nicolás.
-No voy a ir contigo.
-No te demores – no me dejó responder y se fue.
Anoche no pude dormir pensando en eso, quiero decir, estoy saliendo con Santiago, me siento bien con él, lo correcto es no tener otro tipo de citas, ¿Qué tal y él se entere? Lo había decidido, tuve un mal sueño donde Santiago me encontraba besando a Adrián, me sentí tan mal en el sueño que no me gustaría que algo similar pasara de verdad.