Capitulo 33 ...

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Capitulo 33

Abro los ojos, parpadeo un par de veces antes de poder darme cuenta donde estoy. Me remuevo un poco y me chocó con el cuerpo de Adam. El está plácidamente durmiendo. Me pongo de pie y salgo de su habitación. Camino hacia el baño que se encuentra en el pasillo y hago todo lo necesario.

Cuando salgo, camino hacia su cocina y comienzo a prepararnos el desayuno. Diez minutos más tarde, Adam se encuentra parado en la entrada de la cocina. Me mira desde ahí, aún vistiendo únicamente un boxer blanco corto. El me da una sonrisa pequeña y camina hasta estar a mi lado, me sujeta por la cintura y me besa.

-Buen día mi amor.-Me dice y acaricia mi mejilla.-¿Cómo has dormido?
-Hola, bien. No hubo pesadillas. Fue una buena noche.
-Me alegra tanto amor. Hoy debemos ir a la doctora.
-No, debo ir. Iré sola, Adam.
-Nena, no tienes porque ir sola. Quiero ir contigo.
-Necesito ir sola, ¿Si? Iré después del psicólogo. Te amo.
-También te amo.-Dice resignado. Se sienta en una banqueta mientras miro como terminó de hacer nuestro desayuno.

Pongo frente a nosotros lo que prepare y nos sirvo. Comemos en silencio durante unos minutos.

-¿Pensaste lo que te dijo el psicólogo?-Pregunta Adam.
Dejo el tenedor a mitad de camino a mi boca. Lo miro con el ceño fruncido, confundida.
-Sobre regresar a la Facultad. Ella cree que ya es tiempo.
-No se si estoy lista, Adam. No quiero ver a Felipe.
-Felipe y su puta madre. Isabella piensa en ti, no en esa mierda.
Lo miro sorprendida por la forma en la que me habló. Dejo el tenedor en mi plato y me dispongo a llevarlo al fregadero. El me detiene y me hace colocar el plato otra vez en la mesa.
-Lo lamento, ese tipo saca lo peor de mi.O siento, no quise gritarte.
-Creo que debería ir a casa. Mis padres deben estar preocupados. Casi no hemos hablado desde que sucedió eso.
-Creo que sería buena idea. ¿Puedo ir por la noche? Así duermo contigo.
No seré orgullosa. Se que con Adam a mi lado las noches suelen ser un poco más leves.
-Ve para la hora de la cena. A mamá le gustará tenerte.
-No lo creo, es como que te robe. Te estoy acaparando.
-Ellos saben que estoy mejor aquí.-Digo y beso su mejilla.-Me iré a cambiar.-Le digo y el asiente.

Miro la sala de espera, quizá debí aceptar que Adam venga conmigo. Esto no es tan sencillo como lo pensé. Miro mis muñecas que comienzan arder, no me di cuenta que estaba lastimandome con mis propias uñas.

Miro a la mujer que respira de forma agitada a mi lado. Me doy cuenta lo extremadamente delgada que luce.

-¿Estás bien?.-Pregunto algo preocupada..
-No. No desde que mi principito se fue. No puedo estar bien.-Susurra sin mirarme. Trago saliva, ella también perdió su bebé.
-Lo lamento.-Susurro.-Es horrible.-Le digo, aunque la palabra horrible ni se acerca a la realidad.
-Nadie entiende como se siente. Nadie que no lo vivió sólo dice es horrible. Me juzgan por querer matarme, pero no saben lo que estoy viviendo.
-Lo se, yo lo se.-Admito en un hilo de voz. Ella me mira, sus ojos lucen muy grandes para su rostro, lleva grandes ojeras.
-¿También se fue?.-Pregunta y yo asiento.
-Se fue.
-Mi marido y yo buscamos tanto este embarazo, hicimos todo lo posible. Llevábamos buscando durante dos años, nos dimos por vencidos. Luego los vómitos llegaron, todos los síntomas los tenía. Nunca fui tan feliz, nos duro ocho meses nuestra ilusión.
-¿Y que pasó?.-Pregunto.
-Rompí fuentes, pensé que venía. Pensé que estaría en nuestros brazos. Pero no lloro. Su corazoncito no latía.

Y eso fue lo suficiente para que ella rompa en llanto. No puedo evitar que lágrimas corran por mi rostro. No se como ayudarla a sentirse un poco mejor porque no hay nada que ayude.

Un hombre de unos treinta años camina hacia nosotras preocupado. Besa la cabeza de la mujer y la abraza, lo escuchó susurrar palabras y notó como la mujer de a poco comienza a calmar.

No puedo resistirlo, tomo mi bolso y salgo de la sala de espera. Camino apresuradamente fuera de la clínica y busco algún taxi disponible. En cuanto consigo uno, le doy la dirección de Adam. Necesito a mi novio ahora mismo.

Tocó el timbre y la señora que limpia una vez por semana me abre la puerta, la saludo y me indica que está en la sala. Camino alli y me paro repentinamente cuando veo que se encuentra su ex novia.

-Que sorpresa volver a verte.-Dice ella con una sonrisa hipócrita. Adam entra a la sala y me mira sorprendido y luego preocupado.
-¿Bella? ¿Qué haces aquí? Tenías turno.-Me dice desde su lugar.
-Te necesito.-Susurro intentando reprimir romperme ante su ex novia.
-Oh joder.-Dice y camina hacia mi para abrazarme, no lo permito. Me mira preocupado y luego recuerda que no estamos solos.-Será mejor que te vayas.-Le dice a la pelirroja. Ella bufa y toma su bolso. Pasa por mi lado y se detiene.
-Lamentó tu perdida. Se ve que fue un niño inteligente y prefirió no nacer antes de tenerte como madre.

Dicho eso se va rápidamente. Miro a mi novio que tiene su mandíbula apretada. Me arrojó a sus brazos y el me rodea con ellos. Me lleva hacia el sofá donde me siento con su ayuda.

-Debí aceptar que vayas conmigo. Aún no soy tan fuerte para ir sola.
-¿Estás loca?.-Pregunta tomando mi rostro entre sus manos y obligándome a mirarlo.
-No.
-Eres fuerte, no lo dudes. Eres muy fuerte y estas pasando por mucho. Es comprensible que guardes temor. Lo que estas pasando es horrible.
-Conocí a alguien.-Susurro y el se tensa.- ella perdió a su bebé. Lo busco por años y cuando al fin quedo embarazada, a los ocho meses el decidió irse..-Le cuento, llevo mi mirada hacia el y veo sus ojos cargados de lágrimas.
-Yo no tengo palabras. Ven aquí, eres mi guerrera.-Me dice haciendo que me acurruque contra el.

Strong [The King. 1/4] Borrador Donde viven las historias. Descúbrelo ahora